La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

MARGARITA PINTOS | Miembro de la Asociación de Teólogos y Teólogas "Juan XXIII"

"En el siglo XIX la Iglesia católica perdió a la clase obrera y en el XX a la mayoría de las mujeres"

"Todas las religiones, en cuanto tienen un sistema egocéntrico y normas impuestas por un grupo de varones, son patriarcales"

Margarita Pintos, durante su estancia en Gijón. ÁNGEL GONZÁLEZ

Con una conferencia titulada "Nuestro poder, nuestros cuerpos: una teología crítica feminista", Margarita Pintos de Cea-Naharro (Madrid, 1947) puso el broche final del XXX Encuentro de Cristian@s de Base de Asturias. Educadora y teóloga feminista, Margarita Pintos forma parte de la Asociación de Teólogos y Teólogas "Juan XXIII", es presidenta de la Asociación para el Diálogo Interreligioso de la Comunidad de Madrid y autora, entre otras obras, de "La mujer en la Iglesia", "Ecofeminismo y espiritualidad", "Historia de la teología feminista" y "Las mujeres en las tradiciones religiosas".

- ¿Patriarcado y machismo son lo mismo?

-No, el patriarcado es un sistema social, político, económico y religioso, mientras que el machismo es una actitud que tienen algunas personas, y no solamente los hombres, también mujeres. El patriarcado es más bien un sistema mientras que el machismo es una actitud individual.

- ¿Qué predomina en la sociedad española?

-Como en casi todas las sociedades el patriarcado es el que organiza la vida de los ciudadanos y las ciudadanas y, por lo tanto, es tan estructural que es difícil combatirlo. Pero la sociedad española es cada vez más consciente de la situación y el machismo, si por lo menos se da, y yo creo que se da en grandes capas de la población, sin embargo la gente que está alrededor lo reconoce fácilmente y puede denunciarlo, lo que es muy positivo.

- ¿Todas las religiones favorecen el patriarcado?

-Todas las religiones, en cuanto tienen un sistema egocéntrico y las normas están impuestas por un grupo pequeño de varones a todo el resto de sus creyentes, realmente son patriarcales. Ahora bien, algunas tienen matices. Por ejemplo, en las religiones monoteístas es claro que no da igual ser judío, y dentro del judaismo tener alguna actitud distinta de los ultraconservadores, lo mismo que en el cristianismo no da igual pertenecer a una Iglesia que ordena mujeres que a una Iglesia, como la católica, que no las ordena. Hay sus matices, en el Islam no da igual una visión fundamentalista del Corán que unas lecturas abiertas, incluso feministas. En otras religiones, lo que sucede es que el poder está siempre en manos de varones y hasta las más democráticas son igualitarias en todos los niveles, pero cuando llega al último escalón ahí ya no entran mujeres. Siempre hay como una especie de pared, algo invisible que impide que las mujeres lleguen hasta el final.

- ¿La Iglesia católica española va acompasada con los cambios sociales, en concreto con las reivindicaciones de las mujeres?

-La estructura de la Iglesia no ha cambiado absolutamente nada. La parte jerárquica de la Iglesia, que es la minoritaria, es la que aparece y dice representar al resto de los fieles. Creo que en el siglo XIX la Iglesia católica perdió a la clase obrera y en el XX ha perdido a la mayoría de las mujeres. Quedan unas mujeres que son conscientes de su fe, de edad avanzada, que siguen participando en los ritos, fundamentalmente los domingos, pero la actitud individual de religiosidad anteriormente católica creo que ahora se ha reconducido en una espiritualidad laica sin dominio de leyes e imposiciones de jerarquías, más bien de una vivencia interior y personal.

- ¿Qué quiere decir la "teología crítica feminista"?

-Tenemos que reformular las creencias y "desdogmatizar" las grandes propuestas de las religiones, sobre todo del cristianismo, hay que descanonizar los textos, ya que no son palabra de Dios, son palabra de hombres que han escrito en un momento y en un contexto de la historia. También se trata de que nuestros cuerpos son lugares teológicos desde donde hacer teología, lo mismo que la Teología de la Liberación puso a los pobres en el centro, antes eran unos pobres asexuados, no tenían cuerpo solamente clase, mientras que la teología feminista, que está dentro de la corriente de las teologías de la liberación, lo que aporta es, precisamente, que somos un cuerpo sexuado, con nuestra raza, nuestra clase, etcétera. Por eso creo que es muy importante tener en cuenta que nuestro cuerpo es un lugar teológico, seas hombre o mujer.

- Y por lo tanto respetado...

-Claro, efectivamente, el cuerpo es lo que nos identifica como seres humanos y como personas, tengas el cuerpo que tengas, alta, baja, gorda, fea, tapada o destapada... Siempre es irrepetible, por eso solo tenemos una única huella digital, es lo que nos da nuestra propia identidad individual, pero todos tenemos huellas digitales y por eso compartimos un espacio común, pero es lo que me parece que todavía no somos capaces de pensarlo desde la teología.

Compartir el artículo

stats