La Consejería de Sanidad del Principado está elaborando un estudio para encontrar zonas de alto riesgo de padecer infartos y anginas de pecho y crisis de asma o agravamiento de epoc (enfermedad pulmonar obstructiva crónica) en Gijón, Avilés y Oviedo, para relacionarlo con los niveles de contaminación que hay en las mismas. En el estudio que ya está en marcha se utilizarán modelos matemáticos de dispersión de contaminantes para estimar los niveles de polución en esas zonas, si bien para afinar esos datos hará falta una investigación posterior, en base a mediciones reales sobre el terreno con unidades móviles de medición de la contaminación u otros mecanismos.
El informe se realizará analizando los datos de ingresos en urgencias en los hospitales de Cabueñes, Jove, San Agustín y el HUCA desde 2016 por esas enfermedades, poniéndolos en relación con el lugar de residencia de cada uno de los afectados y con los niveles de contaminación que se estimen para el día que se produjo la urgencia. Esos niveles de contaminación se calcularán a partir de modelos matemáticos, tomando como base las mediciones reales efectuadas por las estaciones de control de la calidad del aire del Principado, que en el caso de Gijón son seis. El informe estará redactado para el año 2019.
El estudio será pormenorizado, hasta el punto de que para el análisis se va a fraccionar cada uno de los tres municipios en cuadrículas de 250 metros cuadrados cada una. También se analizarán los datos en función de las secciones censales, que son la unidad administrativa más pequeña (el barrio de Cimadevilla, por ejemplo, cuenta con tres secciones censales), que agrupan entre 500 y 2.500 personas y en base a la que también realiza sus estudios el INE.
La metodología y los objetivos del estudio fueron explicados por técnicos de la Consejería de Sanidad en la última reunión de seguimiento del Plan de Calidad del Aire para la Aglomeración de Gijón. A este estudio también se aludió en el coloquio sobre contaminación en Gijón en el que participaron el consejero de Medio Ambiente, Fernando Lastra, la alcaldesa, Carmen Moriyón y el edil de Xixón sí Puede, David Alonso, el pasado martes.
Este estudio de la Consejería de Sanidad buscará patrones de alta o baja incidencia de ingresos hospitalarios por las cuatro enfermedades en las distintas zonas de cada municipio. En cuanto a los contaminantes que se tendrán en cuenta, son las partículas inferiores a 10 micras (PM 10), el dióxido de nitrógeno, el dióxido de azufre y el ozono.
Esta primera fase de la investigación sólo permitirá establecer una vinculación indirecta entre la incidencia de esas enfermedades y la contaminación, al utilizar modelos matemáticos de estimación -sujetos a error- en vez de datos reales, disponibles sólo en los puntos en los que están ubicadas las estaciones de control.
No obstante, este estudio sí va a dar una idea muy aproximada de si hay alguna parte de la ciudad donde es más frecuente ocurran esas enfermedades -no tendría la misma interpretación que hubiera más casos en el oeste, próximo a la industria o en el centro, más afectado por el tráfico- o si se distribuyen de una manera homogénea. También habrá que calibrar otros factores que pueden influir aparte de la contaminación, explican las fuentes consultadas.
Las conclusiones de este estudio tendrán que ser confirmadas por otro posterior que realice mediciones reales. El Ayuntamiento ya había intentado obtener fondos europeos, del programa Life, para realizar un estudio de contaminación más detallado de Gijón, pero no se los concedieron.
