Los vecinos del barrio de El Coto han llegado ya a su punto máximo de hartazgo con los usuarios del centro de día sociosanitario Milsoles. Tanto es así que han reunido 1.200 firmas, que presentaron en el Ayuntamiento, pidiendo su cierre o traslado. ¿El motivo? La "inseguridad" que aprecian en el entorno del local, en la calle Quevedo.

"Se ponen en el parque que hay enfrente a trapichear, se pasan el día fumando y haciendo botellón, llevan los perros sin bozal, cruzan la calle sin mirar e incluso hacen sus necesidades en la calle", relata una de las vecinas afectadas, Esmeralda Cristóbal.

Su relato va más allá. "Se pinchan delante de los niños, se agreden entre ellos, amenazan a los viandantes, y como te atrevas a decirles algo, te ponen a caer de un burro", explica. De hecho, los vecinos denuncian que "hay mucha gente que ni siquiera son usuarios del centro, pero vienen a reunirse con ellos".

Desde el centro, se insiste en que, gracias a un proyecto de ampliación que quieren llevar a cabo, el problema tocará a su fin. Algo que no comparten los vecinos afectados: "ellos no quieren estar dentro del local, quieren estar en la calle".

Así, trasladaron su problema al Ayuntamiento, a las áreas de Servicios Sociales y Seguridad Ciudadana, de las que esperan que "nos puedan dar alguna solución, porque la situación es insostenible, no podemos aguantar más así". Desde el Consistorio, se les trasladó que "están trabajando en ello, pero queremos que nos reciban para contarles todo de primera mano". Del mismo modo, confían en contar con una mayor presencia policial en el barrio, que garantice una mayor seguridad.