El riesgo de que la Zona de Actividades Logísticas e Industriales de Asturias (Zalia) entrara en concurso de acreedores por las reclamaciones de expropiados se ha conjurado tras el acuerdo alcanzado para fraccionar el pago de los 738.000 euros que una sentencia del Tribunal Supremo le obliga a pagar a una afectada. La Zalia obtendrá el dinero para hacer efectivo ese pago de sendos préstamos que le concederán los puertos de Gijón y Avilés, dos de los socios de la Zalia.

El Tribunal Supremo falló a favor de la expropiada el pasado 26 de enero. La sentencia del Supremo ratifica la que ya había dictado el Tribunal Superior de Justicia de Asturias en 2016, en la que se tasaba el valor de la finca en 18,14 euros el metro cuadrado, frente a los 3,83 euros por metro cuadrado que había concedido el jurado de expropiación del Principado de Asturias en junio de 2012.

Aunque las posibilidades de dar la vuelta a aquella sentencia del TSJA eran escasas, la Zalia optó por recurrir ante el Tribunal Supremo para ganar tiempo ante su delicada situación económica y falta de liquidez.

La finca por la que ahora tendrá que pagar 738.000 euros adicionales la Zalia, la finca número 40, es la última que le queda por pagar. Tras la sentencia del Tribunal Supremo, los responsables de la Zalia comenzaron una negociación para obtener facilidades de pago. El acuerdo al que se ha llegado, ofreciendo las oportunas garantías de cobro, es que una parte de ese dinero se abonará a la expropiada en 2018 y el desembolso de la otra se aplazará hasta el año 2019.

El acuerdo es similar al que ya se había alcanzado en julio del año pasado con otra expropiada y que también permitió en aquella ocasión evitar que la Zalia se viera abocada a un concurso de acreedores. En aquel caso, el acuerdo afectaba a dos fincas por las que la Zalia tenía que pagar 780.000 euros más intereses. Una de las fincas se abonó en aquella ocasión en 2017 y la otra más los intereses se pagaron al cabo de varios meses.

Tanto el acuerdo con la última expropiada como el anterior han sido imprescindibles para superar los problemas de liquidez de la zona logística, cuyo pasivo financiero alcanzaba a 31 de diciembre de 2016 los 104,16 millones de euros y unas pérdidas de 19,48 millones. Con las obras de urbanización de la primera fase prácticamente concluidas, la Zalia acumula deudas pero carece de ingresos al no haber podido vender más que una parcela de 4.500 metros cuadrados a la patronal del transporte Asetra. La falta de accesos, tanto rodados como ferroviarios, han dificultado las posibilidades de comercialización de los 700.000 metros cuadrados netos de la primera fase de la Zalia.

Los vencimientos de la deuda con los bancos está siendo soportada por los créditos participativos que ha concedido a la Zalia el Principado y, en menor medida, el Ayuntamiento de Gijón.

La obtención de los recursos necesarios para hacer frente al compromiso de pagos con la última expropiada está encarrilado ante la disposición de Puertos del Estado a permitir que los puertos de El Musel. La tramitación administrativa para conceder esos créditos ya ha sido iniciada por ambas autoridades portuarias, tras pasar el expediente por sus respectivos consejos de administración. El asunto aún tendrá que acabar de concretarse en las negociaciones de los planes de empresa de El Musel y Avilés con Puertos del Estado. La Autoridad Portuaria de Gijón aportará dos tercios de la cantidad necesaria para saldar la deuda con la expropiada, mientras que la de Avilés aportará el tercio restante.