En la Fundación Municipal de Servicios Sociales estuvo el origen del problema y de allí saldrá gran parte de la solución. El recorte sobre la acción social es uno de los elementos centrales del Plan Económico Financiero (PEF) de ajustes a dos años en las cuentas municipales, que acaba de presentar Foro por imposición legal tras el incumplimiento de la regla de gasto por parte del Ayuntamiento en el ejercicio de 2017. El documento está ahora en proceso de negociación política de cara a su debate. y aprobación sí procede, por el Pleno en julio.
Los ajustes que se proponen en Servicios Sociales son la reducción de la dotación de la renta social y la supresión del programa de ayudas contra la pobreza energética. En el caso de la renta social se daría un salto de los 5,7 millones presupuestados en 2017 -con una ejecución de 5.016.757 euros- a un máximo global de 3,2 millones. La idea de Foro es sacar una convocatoria este año con 1,6 millones. Habría opción a una segunda en este mismo ejercicio pero ya a cargo del presupuesto de 2019 y con modificación presupuestaria por medio. Este ajuste es un duro golpe en su segundo año de vida a un proyecto pionero que el Ayuntamiento promocionó como pieza clave tanto de la mejora de la vida de las familias más necesitadas de la ciudad como de la reactivación económica al garantizar millonarios ingresos al pequeño comercio local donde los beneficiarios de la tarjeta de la renta social deben hacer sus compras.
Por otro lado, el programa de pobreza energética que se puso en marcha en 2015, y que tuvo el año pasado una dotación de 1,2 millones del que se ejecutaron 1,1 millones, quedaría en nada. No obstante, se recuerda en el PEF al hablar de la Fundación Municipal de Servicios Sociales, "se refuerzan los programas de ayudas de emergencia y el servicio de ayuda a domicilio".
La Fundación Municipal de Servicios Sociales se pasó en 2017 de su techo de gasto en 5,8 millones de euros. ¿Causas? El Plan Económico Financiero identifica seis empezando por la renta social. El proyecto -origen de una negociación política entre Foro, Xixón Sí Puede e IU que le garantizó la aprobación presupuestaria de 2017 a Foro-, empezó con 3,2 millones para elevarse a 5,7 gracias a la incorporación del remanente de tesorería. Se dieron 2.337 ayudas. "La propia inclusión de este nuevo proyecto en el presupuesto inicial y el recurso a la financiación suplementaria a través del remanente líquido de tesorería sin merma o reducción significativa de otros programas en la Fundación ha contribuido especialmente a la desviación final en la regla de gasto de 2017. Circunstancia que no ha podido paliarse con suficiente reducción en otras partidas o programas del resto de los entes. Asimismo y con el mismo efecto ha sido precisa la contratación de personal para el desarrollo de este proyecto, lo que ha supuesto un incremento en el capitulo de gastos de personal de 179.941,16 euros", se explica claramente en el informe.
Ayudas y becas comedor
Ayudas y becas comedorPero no sólo fue la renta social. También se elevaron, respecto al ejercicio de 2016, de 1,1 a 1,6 millones las ayudas de emergencia e integración, de 444.000 euros a 1,1 millones las ayudas contra la pobreza energética y de 1,5 a 1,7 las ayudas de becas A lo largo de 2017 se concedieron 1.254 ayudas de emergencia o a la integración y 2.684 becas comedor. A la hora de excederse en el gasto social también cuenta el incremento de las horas del servicio de ayuda a domicilio, que elevaron el gasto total a 3,7 millones para alcanzar a 1.769 domicilios. Otros dos elementos: la incorporación de 310.800 euros procedentes del Principado como transferencia para el programa de familias con menores en situación de riesgo de pobreza y los incrementos en gasto de personal por incremento de plantilla y aumentos salariales pactados.
Si en 2017 la suma total del gasto en la Fundación llegó a los 24,3 millones, el PEF rebaja esa cifra a los 21,6 millos para este año y los 22,2 para el año que viene. Hay subidas en el capítulo de personal y en el de gastos corrientes. En el primer caso para asumir el incremento salarial pactado, el abono de la carrera profesional y la necesidad de mantener al equipo especial de la renta social y en el segundo por la licitación de los nuevos contratos de ayuda a domicilio y teleasistencia y el cálculo de una mayor demanda en los programas de personas mayores por el envejecimiento de la población gijonesa.
Así que la rebaja se centra en el epígrafe de transferencias corrientes que pasaría de los 11, 8 millones del año pasado a no ir más allá de 8,6 ese año y 8,7 millones el año que viene. Aquí están los recortes en la renta social y la no convocatoria de nuevas ayudas del plan de choque contra la pobreza energética. Un tercer elemento tiene que ver con la modificación presupuestaria en favor de un convenio con Apta: 130.000 euro este año y 190.000 euros el año que viene
