"Todos los coles de Asturias tienen una pista cubierta. ¿Por qué nosotros no? ¿Nos tiene manía Carmen Moriyón? Ella dijo que era ilegal construir al lado del mar. ¿Y el Elogio del Horizonte qué?". Con tan sólo 8 años, Leo Lozano Álvarez habla igual que un político. Se indigna porque lleva desde que tiene uso de razón pidiendo un techo para la pista polideportiva de Cimadevilla. Leo fue uno de los muchos alumnos del colegio Honesto Batalón que ayer se manifestaron en el barrio al grito de "¡Estamos enfadados!, ¡Queremos un techo!". Lo hicieron con paraguas en un día soleado para reivindicar que "no queremos más lluvia, más granizo, más viento y más cacas de gaviota".

Además de escolares, en la protesta de ayer estuvieron representantes de todos los colectivos que integran la plataforma pro pista cubierta: la AMPA, la asociación de vecinos, la comisión de festejos, los hosteleros, Fundación Alvargonzález y la Tabacalera. Porque, como subrayó la portavoz Elisa de la Casa, "la cubierta de esta pista (pública) la pedimos todo el barrio". En ella se celebran fiestas, eventos deportivos, festivales gastronómicos... Y el colegio Honesto Batalón la utiliza como recreo. Pero cuando llueve -que este año fueron muchos días-, los pequeños se quedan sin juegos. "El patio que tenemos en el centro es raquítico, como la terraza de una casa. Y en los últimos años el colegio creció el doble. Esto es hacinamiento", se queja Rocío Fernández, presidenta de la Asociación de Madres y Padres de Alumnos del Honesto Batalón. En la actualidad, son unos 90 alumnos.

Reunión con los políticos

Reunión con los políticosLa plataforma citó ayer a todos los grupos políticos del Ayuntamiento de Gijón para el próximo miércoles en la Casa del Chino para exigirles que "dejen a un lado sus diferencias para que el proyecto siga adelante". Así se había acordado el año pasado, pero finalmente se paralizaron el inicio de las obras. A la movilización se sumaron representantes del PSOE, Ciudadanos, la Federación de Asociaciones de Vecinos y el sindicato Suatea. Aparte de la cubierta, los afectados piden arreglar los "puntos negros" de la pista, ubicada al borde de un acantilado y con deficiencias en el vallado, por los que se cuelan los niños.

Los escolares fueron precisamente los que hicieron más ruido ayer. "¡Pista cubierta, pista cubierta! Para jugar, para el sol, para la lluvia, para el granizo, para el viento, para que las cacas de gaviotas no nos caigan", reivindicaron acompañados de medio centenar de familias. "Antes de que llegásemos al colegio ya se pedía una cubierta. En la Atalía pusieron una bien grande. ¿Por qué nosotros no tenemos derecho a una?", protestó César Fernández de Silva, de tan solo 8 años. Los pequeños se hicieron más preguntas: "¿Por qué la pista sí y la cubierta no?", planteó Leo Lozano. Todos ellos llevan años con esta demanda.