"Ni loca" se esperaba la dependienta de un bazar chino de Gijón tal goleada en redes: 51.000 retuits, 71.000 me gusta y 1.900 comentarios. Por contar (con mucha gracia) el surrealista juicio de una clienta que intentó robar unas plantillas de 75 céntimos en el chino que trabaja desde hace cuatro años. El autor del gol en internet fue curiosamente un futbolista: Álvaro Arbeloa. El exjugador del Real Madrid compartió en su Twitter la historia de la asturiana y, en pocas horas, se viralizó. De los 50 retuits que tenía su anterior entrada pasó de golpe a más de 50.000. Ayer ni siquiera podía acceder a la red social: "Si la abro, me revienta". "Yo tenía mis seguidores, diez o así. Siempre cuento tonterías de la tienda. Pero jamás pensé que un comentario mío diese la vuelta al mundo, saliese en televisiones, tuviese tantos retuits...", confiesa perpleja.

Digamos que ella le puso el balón a huevo para que Arbeloa chutase a puerta. El comentario de la fama fue el siguiente: "Lo cuento porque me aburro: Hoy hemos tenido un juicio con una señora que nos intentó robar unas plantillas de 75 céntimos. ¿Por qué? Por gilipollas. Dentro hilo". A ésta le siguen 34 entradas más, en la que esta periodista de formación relata el ya famoso hurto. "Esta señora es una señora que cada vez que viene, roba. Por sistema. Y esta vez, delante de mi jefe, abre unas plantillas, se mete las dos en el zapato derecho y esconde el envoltorio", relata. Pero la clienta lo niega, el propietario del bazar llama a la Policía y las plantillas de los 75 céntimos acaban en juicio. La vista se celebró precisamente este miércoles. "La señora declaró que ella estaba probándose una plantilla y mi jefe la atacó a gritos (...). Mi jefe declaró que era la quinta vez que la señora robaba en la tienda que él supiera y que le había enseñado ya todos los vídeos al policía, que por eso él estaba atento, y que ella se puso 'de chulería' y él llamó a la policía". Ante la magistrada, el chino afirmó que no quería el dinero, sólo que "me pide me perdona". "La señora -prosigue la autora del viral- entiende que el chino pide perdón y dice: No le perdono. El chino mira a la jueza: Que me pida ella a mí". Y hasta aquí llega, de momento, "la historia de la choriza caradura".

La gijonesa, de 32 años, tiene anécdotas mejores, al menos a su entender. Como esta del pasado martes: "La niña china me acaba de preguntar si cuando yo era pequeña todavía se hablaba latín o nací un poco más tarde, y, bueno, mi tarde sólo puede ir ya a mejor". O esta otra: "Dame unos globos de agua pero que estén bien, que los que les llevé ayer según caen al suelo se rompen". El día a día en el bazar da mucho juego a su mente periodística -tiene de hecho un blog en LA NUEVA ESPAÑA sobre la enfermedad del ELA-. Eso sí, lo del viral, provocado por un clic de Arbeloa, "fue mucho". Ayer, de hecho, los chavales se agolpaban en la tienda para hacerse selfies con las famosas plantillas.

Es lo que tiene internet y las redes sociales: cualquier pijada salta a la fama.