"Las lluvias de mayo y junio son excepcionales; lo de ayer en San Lorenzo fue un episodio autolimitado en el tiempo y en su intensidad que no adquirió las dimensiones del fin de semana anterior". Con estas palabras justificó esta mañana la alcaldesa, Carmen Moriyón , la nueva mancha de color marrón que recorrió casi toda la bahía del principal arenal gijonés acompañada de un fuerte olor según afirmaron varios miembros del equipo de salvamento. La solución, explicó la alcaldesa, pasa por la construcción del ansiado pozo de tormentas en el parque de los hermanos Castro, que hasta dentro de dos años como mínimo no estará operativo. Hasta entonces, "milagros no podemos hacer", valoró Moriyon tras su reunión con representantes de la Empresa Municipal de Aguas (EMA), la unidad medioambiental de la Policía Local, bomberos de Gijón y la directora general de Medio Ambiente, Clara González-Pedraz, que negó con la cabeza la existencia de esos malos olores en la tarde de ayer.

A la espera de ese pozo de tormentas, desde el Ayuntamiento, y especialmente desde la EMA, trabajan por buscar "soluciones técnicas" al problema. "En eso estamos, trabajando para encontrar soluciones y solventar esta situación, pero milagros no hacemos; es la primera vez que se nos plantea este problema", incidió Moriyón.

La mandataria local explicó que a primera hora de la tarde recibieron el aviso de una nueva mancha en la desembocadura del río Piles , lo que obligó a movilizar a personal de la EMA y del servicio de Medio Ambiente. Horas después, en vista que la mancha se abría camino en el mar, optaron por prohibir el baño con el izado de la bandera roja. También se obligó a salir a todos los bañistas del agua. Acto seguido se tomaron muestras en la orilla y mar adentro cuyos resultados, prometió la alcaldesa, podrían estar disponibles este mismo jueves. Pese a este segundo incidente en un breve espacio de tiempo, Moriyón no teme que la polémica afecte al turismo de verano en la ciudad.