"Estoy rota de dolor, no entiendo la decisión del jurado cuando está tan claro que fue un asesinato en toda regla". Con estas palabras valoró ayer la madre de Silvia Hernández la sentencia emitida por la sección octava de la Audiencia Provincial de Asturias que impuso cuatro años de cárcel al responsable de un delito de homicidio por imprudencia grave que acabó con la vida de su hija. "No sé si recurrir o qué voy a hacer ni a quién pedir ayuda, ahora mismo estoy rota", incidió visiblemente afectada por el desenlace.

La madre de Silvia Hernández declaró como testigo en la primera sesión del juicio, celebrado en Gijón a partir del 28 de mayo. Describió ante el tribunal -y detrás de un biombo- una versión de la relación entre ambos muy distinta a la del acusado. "La quería para él solo; mi hija tenía una dependencia emocional enorme y le tenía miedo, además cambió radicalmente al empezar una relación con él", relató tras describir los episodios de maltrato hacia su hija que aseguró haber vivido. "Si no llegas a casa en media hora te voy a zurrar", contó que había escuchado a través del teléfono de su hija. "Nos alejó de ella", lamentó ante el tribunal.