La playa de San Lorenzo ha vuelto a abrir hoy sus aguas al baño después de los recientes episodios de manchas marrones y vertidos fecales que obligaron a izar la bandera roja en varias ocasiones, la última tras la mastodóntica capa marrón que cubrió la bahía de Gijón tras las intensas lluvias de la madrugada del lunes.

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La bandera amarilla ondea en el gran arenal urbano gijonés. No es la verde por causa del oleaje. La bandera que permite el baño pero con precaución se izó a las diez de la mañana: desde el Ayuntamiento dieron la instrucción de levantar el veto a disfrutar de las aguas del Cantábrico al haber pasado 48 horas tras los últimos vertidos.

Sin embargo, pese a que el sol salió al mediodía y el termómetro rozaba los 20 grados centígrados, no se veía a ningún bañista en el mar. Algunos paseantes (no muchos) sobre la arena, y poco más. Eso sí, corrillos comentando la situación y el temor a introducirse en la bahía de Gijón tras la alarma generada en las últimas semanas, con los positivos en bacterias fecales en los análisis del agua: hubo cuatro episodios en apenas quince días. Los habituales también comentaban la escasez de afluencia de gente respecto a lo que suele acostumbrar en un día sol de junio. San Lorenzo no es hoy lo que acostumbra a ser.

En cuanto a la mancha marrón, aún era perceptible esta mañana, pero de menor magnitud y mar adentro.