Belén Garrido (Avilés, 1965) debuta en la escena literaria con la obra "Nadiya, historia de una esclava", una novela de amor y aventura que conjuga intriga, misterio y grandes emociones. La novela será presentada en la Carpa de la Feria del Libro de Gijón el sábado a las 20.00 horas, y al finalizar la autora firmará ejemplares de la obra.
- ¿Cómo le llegó la vocación de escritora?
-Es algo con lo que nací, siempre me gustó leer y escribir, lo que pasa es que por circunstancias no lo tomé en serio. Profesionalmente me dirigí a otros asuntos, pero llegó un momento en el que Internet facilitó mucho las cosas: te encuentras con gente que comparte tus inquietudes y te animas. Hace unos diez años empecé a escribir relato corto, microrrelatos, gané un par de concursos y alguien me dijo que por qué no intentaba escribir algo más largo. Para mí fue un reto, y así llegué a escribir una novela.
- ¿Ha sido muy complicado?
-Sí, escribir una novela es algo que requiere mucho esfuerzo. El único secreto es tener afición y mucho trabajo. Que te guste mucho lo que haces y no te canses, que no te desanimes, y a partir de ahí trabajo, trabajo y trabajo. Documentarse, leer y releer, porque cuando uno acaba un trabajo en realidad aún no empezó con ello, en las revisiones ves errores, que no cuadra, que los personajes han cobrado vida y te piden otros giros... es un proceso muy laborioso.
- ¿Cómo define su primera novela?
-Es una novela de aventuras, de amores imposibles, enmarcada en un contexto histórico determinado. Me decanté por esta fórmula porque cuando asumí el reto de hacer una novela decidí hacerlo bien, buscando algo diferente, fuera de la época actual, con personajes más complicados y distintos a lo que estaba acostumbrada a hacer. Todo surgió a través de Zanzíbar, me puse a investigar sobre este enclave de tráfico de esclavos y me pareció que sobre ese escenario podría crear personajes muy interesantes, relacionados con el mar, los barcos...
- Con una gran labor de documentación...
-Sí, porque es una época diferente que exige documentarse en todos los detalles, desde la ropa hasta los espacios. Hay mucha relación con el mar, y a veces me resultó difícil avanzar un párrafo porque había que consultar muchas cosas.
- ¿Qué expectativas tiene tras publicar la novela?
-Esto es una vocación, así que voy a seguir escribiendo. Tengo otro proyecto empezado, pero escribir lleva tiempo, es muy laborioso, y además me dedico profesionalmente a otras cosas. Estoy con algo a lo que todavía le queda camino, pero estamos en ello.
- ¿Sueña con vivir de la escritura?
-No no, qué va (risas). Es algo muy complicado, en mi caso además tengo otro trabajo que me resta tiempo para la escritura. Es un mundo muy difícil, pero poder llegar a la Feria del Libro de Gijón es algo que nunca imaginé. Para mí es ya un premio con el que no contaba.
