Una mujer fue detenida el pasado viernes por haber robado, presuntamente, el reloj de oro valorado en 20.000 euros de un anciano de 79 años de edad mientras deambulaba por la calle Padilla. Para hacerse con la preciada joya, la acusada, una vecina de Marín de 40 años, habría llevado a cabo la denominada técnica del "hurto amoroso", que consiste en fingir un gran aprecio por un desconocido -que por lo general se imagina que la otra persona le ha confundido con un allegado- para aprovechar el despiste y sustraer objetos de poco tamaño.

Los hechos, según relató la propia víctima, tuvieron lugar al mediodía, cuando la acusada saludó al gijonés con gran cercanía y afecto. Mientras le daba un abrazo lo agarró con las manos y, supuestamente, sustrajo sutilmente la joya dorada. El hombre afectado, confundido, no se dio cuenta de que su exclusivo reloj no vestía su muñeca hasta un rato después de lo sucedido y, para entonces, ya no había rastro de la sospechosa mujer por ninguna parte. No obstante, gracias a la descripción aportada a las autoridades, los agentes de la Policía Nacional consiguieron identificar rápidamente a la ya detenida y, comprobaron, tenía antecedentes relacionados con hurtos y estafas en Galicia.

Finalmente, la mujer fue interceptada esa misma tarde, a eso de las 16.00 horas, parada frente a una de las consignas de la estación de autobuses de Oviedo. Pese a no encontrar rastro alguno del reloj, lo que sí encontraron los agentes entre las pertenencias de la encarcelada fue una enorme bolsa llena de ropa y calzado. La mujer había dejado intactas las etiquetas pero arrancado las alarmas de seguridad de cada artículo. La acusada se negó a explicar la procedencia de dicho material y, por ahora, la investigación policial sigue abierta para tratar de recuperar el valioso objeto perdido.