La pandemia de coronavirus ha obligado a los centros educativos a reinventarse para garantizar que todos sus alumnos accedan por igual a los recursos. Con esta certeza se ha puesto en marcha un proyecto en el seno del Centro del Profesorado y de Recursos (CPR) de Gijón-Oriente par digitalizar los fondos de las bibliotecas y que los estudiantes tengan acceso al material en formato online. Con ello, se sigue prestando el servicio y las normas sanitarias ya no suponen un problema, toda vez que en la actualidad los libros deben guardar también cuarentena cada vez que se formaliza un préstamo.

“En esta situación tan compleja que estamos viviendo, las bibliotecas escolares pueden y deben ser un pilar en la práctica educativa y el acceso al conocimiento”, explica Óscar González Cabo, responsable de Actualización Profesional en el CPR. “Viendo que las bibliotecas como espacio, en general, han tenido que convertirse en aulas, vimos una oportunidad para profundizar en la virtualización de sus servicios, que ya había comenzado institucionalmente con la adopción de una plataforma para la gestión de las bibliotecas” , señala.

El proyecto no trata sólo de digitalizar las bibliotecas, entendiendo digitalizar en este sentido como facilitar el acceso a textos en formato electrónico, “sino que persigue proveer a la biblioteca escolar de espacios virtuales de acceso democrático e inclusivo a la información, de lectura crítica, de colaboración y de creación, entre otras posibilidades, desde un punto de vista multidisciplinar”. En la primera fase del plan se ha creado un grupo de trabajo reducido para generar un prototipo funcional y el conocimiento teórico-práctico para extender el modelo a más centros interesados con posterioridad.

Actualmente, hay once centros participantes en el proyecto en Gijón: la Escuela de Educación Infantil Miguel Hernández, los colegios Cabueñes, Noega, Los Pericones, La Inmaculada, Montedeva los institutos Jovellanos, Fernández Vallín, Mata Jove, Montevil y Número 1. A ellos se suman el IES Avelina Cerra (Ribadesella), el IES Peñamayor (Nava) y el Colegio Público de Educación Especial de Latores (Oviedo). Además, colaboran en el proyecto bibliotecarias de la red municipal de Gijón.

El proyecto comenzó la semana pasada con una fase de análisis del estado y de las necesidades de los diferentes centros, atendiendo a sus contextos particulares y las dinámicas actuales de las bibliotecas, para identificar los puntos clave para el desarrollo del servicio. De este modo, y aunque muchas bibliotecas se han convertido en aula por la situación sanitaria, se busca que el servicio no sólo se mantenga, sino que se refuerce.

Los centros, por su parte, se han sumado con entusiasmo al plan. “Este año que presentaba, en principio, obstáculos para favorecer estas ideas en las que veníamos trabajando ofrece, por otro lado, la oportunidad de trasladar la biblioteca a un espacio virtual”, sostiene Rosana Llanos, profesora responsable de la biblioteca del Colegio Montedeva. “Soñamos una biblioteca que no sea una mera colección de libros sino el centro neurálgico del colegio, un espacio participativo, un lugar de encuentro y de creación”, añade. Y, por lo tanto, este proyecto les brinda la oportunidad no tanto de digitalizar los fondos “como de simular en un entorno digital ese lugar participativo que deseábamos poner en marcha”.

Los centros valoran especialmente el hecho de crear un punto de encuentro con equipos de bibliotecas de otros centros “para dar respuesta a las necesidades, patentes en los centros pero también en las leyes educativas, y que no siempre tienen el respaldo institucional pertinente”, señala Llanos.

Los responsables de los centros educativos recibirán formación en cuestiones como los diferentes servicios bibliotecarios online y la experiencia del usuario, los entornos de diseño más favorables para el desarrollo de una biblioteca virtual, la integración con plataformas institucionales, las relaciones entre las bibliotecas y, finalmente, el diseño de un proyecto de biblioteca virtual.

El plan durará varios meses y en el futuro está previsto que se sigan sumando más centros educativos. El objetivo último es que ni siquiera una pandemia que casi todo lo puede prive a los niños y jóvenes gijoneses del conocimiento en igualdad.