José Luis Cordera Miranda, popular hostelero de un chiringuito de la playa de La Ñora, fue hallado muerto ayer en la tienda anexa a su local, dejando consternados a toda la villa de Villaviciosa, donde el empresario llevaba asentado desde hace cosa de una década. Su cuerpo sin vida fue hallado a última hora de la mañana, según los testigos, y las primeras pesquisas de la Guardia Civil apuntan a que el fallecimiento se debió a causas naturales, seguramente a un fallo coronario. El fallecido tenía 53 años y será despedido este lunes en el tanatorio de Cabueñes. La familia no recibe.
Explican los vecinos que el cuerpo del hostelero apareció en uno de los locales del chiringuito, que también se usaba como vivienda, hacia el mediodía. Varios le habían visto en los últimos días «con plena normalidad», por lo que la noticia de su muerte dejó consternados a los vecinos de la localidad de Quintes. Mare Salata había abierto sus puertas en 2013, en la ubicación del antiguo negocio Polaino, y por su ubicación en la playa el local era un punto frecuente de reunión de vecinos y turistas.
En La Ñora, playa que separa los concejos de Gijón y Villaviciosa, este es el único negocio abierto junto al histórico Bar Pachu, que se encuentra a escasos metros de este. «Era un buen hombre, muy majo. Muchos vecinos teníamos la costumbre de parar por allí», contó Adolfo Martínez, residente en la zona. Cordera, añade, había puesto especial mimo en la gastronomía de un negocio que desde hacía años se había ganado la fama de servir «buenos platos de pescado y mariscos».
El ahora fallecido, original de Gijón pero residente desde hace años en Quintes, pertenecía a una familia repartida por todo el concejo de Villaviciosa. El hallazgo del cadáver ha supuesto un importante mazazo para todos sus familiares y amigos. A la espera de que se cierre la investigación, el cuerpo del hostelero no presentaba signos de violencia y todo apunta a que el fallecimiento se ha debido a causas naturales. El levantamiento del cadáver se autorizó a las 14.30 horas.
