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Centro de Educación de Personas Adultas

Julia Magdalena: "Somos una apuesta por la igualdad de oportunidades y por el progreso social"

La responsable del Cepa asegura que el premio en su 40º. aniversario servirá de estímulo para "el gran camino que aún nos queda por recorrer"

Julia Magdalena y Lorena Aller se abrazan con la medalla y el diploma ante los aplausos de Marina Pineda y Ana González. | Juan Plaza

En el Centro de Educación de Personas Adultas de Gijón se habla del "espíritu Cepa" como forma de trabajar y educar desde la cercanía, el esfuerzo y el cariño. El "espíritu Cepa" se dejó ver ayer por la tarde sobre las tablas del Jovellanos en los abrazos y besos entre Julia Magdalena y Lorena Aller, directora y alumna, tras recibir la medalla de oro de la ciudad de manos de la Alcaldesa, Ana González y la portavoz del grupo municipal socialista, Marina Pineda.

La más alta de las distinciones que hace el Ayuntamiento sirvió para festejar 40 años de educación y, sobre todo, como explicó Magdalena en su discurso de agradecimiento en nombre de una comunidad educativa que suma alrededor de tres mil alumnos cada curso "de contribución al aprendizaje a lo largo de la vida en favor de quienes más nos necesitan, entre otros jóvenes sin estudios y mujeres".

Por eso quiso agradecer a toda la Corporación municipal que, en nombre de Gijón y de los gijoneses, convirtieran este reconocimiento en una forma de ejemplificar su apuesta "por el aprendizaje permanente pero también por la igualdad de oportunidades y el progreso social".

Todo eso, y alguna cosa más, es lo que se busca desde la sede central en la calle Jove y Hevia y sus aulas en La Algodonera, de La Calzada. El Cepa asume alumnado de Gijón, Carreño y Villaviciosa. "Es el momento de poner en valor el trabajo de todas las personas que han formado parte de nuestra comunidad durante cuatro décadas, ayudándonos a mejorar día a día", explicó la directora del centro. Sin olvidarse, a renglón seguido de mencionar la colaboración de todo el tejido asociativo de la ciudad y de sus instituciones y organismos públicos. Aunque su recordatorio más emotivo fue para el alumnado. "Los verdaderos protagonistas de nuestro trabajo", sentenció la directora del Centro de Educación de Personas Adultas.

Han sido cuarenta años y los que quedan por llegar. "Todas las personas somos consumidores potenciales de formación, por ello al Cepa le queda un gran camino por recorrer. Esta medalla estimula el compromiso por nuestro objetivo. Y este compromiso queremos compartirlo con todos ustedes, porque les hacemos testigos de nuestra labor", remató la docente entre aplausos y con la mirada puesta en el público del teatro Jovellanos que unos minutos antes había escuchado a Manolo García decir "nunca es tarde para echarse a la calle, nunca es tarde para el asombro" mientras la labor del Cepa de Gijón se hacía visible de fotografía en fotografía.

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