Rabat

Nueve islamistas radicales encarcelados por su vinculación con los atentados suicidas de Casablanca en 2003 en los que murieron 45 personas se escaparon ayer de la cárcel marroquí de alta seguridad de Kenitra, 40 kilómetros al este de Rabat, según anunció el Ministerio de Justicia. En los atentados, entre otros lugares, fue atacado el restaurante de la Casa de España en la capital económica marroquí.

Dos de los presos fugados están condenados a la pena capital, mientras que sobre otros cuatro recaen condenas a cadena perpetua, y sobre los tres restantes, penas de 20 años de prisión.

Fuentes de la seguridad marroquí indicaron que los presos se escaparon por un túnel que habían cavado bajo sus celdas. «Literalmente, vieron la luz al final del túnel a primeras horas de hoy», indicaron las fuentes. Los fugados dejaron una breve nota de cinco líneas en la que explican que su acción era la única solución a lo que califican una injusticia. En el textoafirman: «No a la injusticia. Hemos intentado por todos los medios poner fin a esta injusticia y hemos llamado a todas las puertas para ello sin resultado. La única salida que nos quedaba era ésta. Esperamos que lo entendáis», añaden los fugados en un mensaje que concluyen así: «Pedimos disculpas por las molestias que hemos causado. Ésta era la única solución», agrega la nota escrita en árabe y con el nombre de los nueve presos.

Sin embargo, no ha sido ésta su única misiva. En una nota supuestamente emitida por los huidos, fechada ayer en Casablanca y distribuida a través de internet, los nueve justifican su huida y advierten: «Si las autoridades intentan hacernos daño, vamos a reaccionar».

El grupo de defensa de los derechos de los presos islamistas Ennassir afirmó que la fuga coincide con el inicio de una huelga de hambre de un día por parte de unos mil presos islamistas en todo Marruecos. En el texto, en el que no se precisa el contenido de la amenaza, se añade que la responsabilidad de la huida, que fue constatada esta mañana por la administración penitenciaria después del registro diario por parte de los guardias, no debe buscarse en ningún otro preso o vigilante del centro.

El presidente de Ennassir, Abderrahim Mohtad, afirmó que los presos islamistas ayunaron ayer para protestar contra presuntos malos tratos y represión por parte de los guardias penitenciarios.

Las cárceles marroquíes están superpobladas y la mayoría de los 60.000 reclusos se quejan de falta de alimentos decentes y acceso a atención sanitaria, según los grupos de defensa de los derechos humanos. Los detenidos islamistas quieren que se les otorgue el estatuto de «preso político», lo que les permitiría gozar de mejores condiciones.

En la historia de Kenitra hay varias tentativas de evasión fracasadas, debido a sus fuertes medidas de seguridad y a las dos murallas gigantescas que la rodean. La evasión más importante desde la cárcel de Kenitra se produjo en 1955, por parte de un grupo de resistentes marroquíes contra la colonización francesa, y desde esa época ninguna otra fuga colectiva se ha saldado con éxito.