Pekín

La Policía china detuvo a nueve monjes como sospechosos de haber colocado una bomba en un edificio gubernamental de la región autónoma de Tíbet, según anunció ayer el Departamento de Seguridad Social de dicha región. El atentado se produjo la madrugada del pasado 23 de marzo en la localidad de Gyanbe.

La operación policial contra los monjes tuvo lugar el pasado día 6 de abril.

Mientras, el Gobierno chino trasladó ayer su «indignación» al Parlamento europeo por su «maleducada interferencia» en los asuntos internos de Pekín. A los líderes chinos no les ha gustado nada la decisión del Parlamento por la que se emplazaba a los líderes de la UE a considerar no asistir a la inauguración de los Juegos Olímpicos si China no reanuda las negociaciones con el Dalai Lama por el Tíbet.