Bagdad

Al menos 31 personas resultaron muertas y otras 61 fueron heridas graves en un doble atentado suicida perpetrado ayer contra un mercado y contra una comitiva nupcial en la localidad de Balad Ruz, a unos 60 kilómetros al este de Bagdad, según dijeron a «Efe» fuentes policiales.

El atentado, que fue el hecho más sangriento de una jornada con decenas de víctimas más, se produjo en el quinto aniversario de que Bush declarase que la guerra de Irak era «misión cumplida». Cinco años después, Washington ha perdido más de 4.000 soldados, mantiene 160.000 desplegados, carece de una estrategia clara para el futuro del país, las víctimas se cuentan por decenas cada día y el proceso electoral en el que se halla inmerso EE UU complica aún más la visión de una salida a medio plazo.

Los demócratas no han dejado pasar en balde la efeméride. «El planeamiento y la estrategia (de la guerra) estaban equivocados», dijo la senadora Hillary Clinton. Su competidor en la lucha por la candidatura de su partido a la Presidencia, Barack Obama, remarcó que en los últimos cinco años EE UU «ha perdido miles de vidas y gastado medio billón de dólares» sin conseguir estar más seguros que antes.

El primer atentado de ayer en Balad Ruz lo perpetró una mujer suicida en un mercado de la localidad y causó numerosos muertos y heridos. Poco después, cuando una comitiva nupcial pasaba por las cercanías, en el centro de la ciudad, otro suicida, en este caso un hombre, detonó su cinturón explosivo y mató a gran número de asistentes al desfile.

Las fuentes no precisaron cuántas víctimas se registraron en cada caso, pero indicaron que muchos de los heridos están en estado muy grave, por lo que la cifra de muertos podría aumentar.

Balaz Ruz se encuentra a medio camino entre Bagdad y la frontera iraní, al Este, y forma parte de la provincia de Diyala, la más violenta de Irak en los últimos dos años. Allí es donde más activas están las milicias suníes pertenecientes o aliadas de Al Qaeda, pero también las chiíes radicales, pues la provincia tiene una compleja formación étnica -suníes, chiíes y kurdos- que la hace particularmente complicada.

Por otra parte, al menos once personas murieron y 72 resultaron heridas en las últimas 24 horas en enfrentamientos armados entre las fuerzas de seguridad iraquíes y las milicias chiíes en el barrio bagdadí de Ciudad Sadr, informaron ayer fuentes médicas a la agencia independiente de noticias «Voces de Irak», citada por «Europa Press».

Ciudad Sadr, en el este de Bagdad, feudo de las milicias del Ejército del Mahdi lideradas por el clérigo chií Muqtada al Sadr, ha sido escenario de fuertes combates después de que el primer ministro, Nuri al Maliki, anunciase el pasado mes de abril el comienzo de una operación de seguridad en el puerto de Basora (Sur) contra objetivos «ilegales». En estos combates, que continúan, cientos de partidarios de Al Sadr han muerto o han resultado heridos.

Entre tanto, el primer ministro iraquí, Nuri al Maliki, mandó una delegación de cinco diputados chiíes a Teherán con «pruebas concretas» de la injerencia de Irán en asuntos internos de Irak, informó la agencia iraquí «Asuat al Iraq». Es la primera vez que Maliki envía una comisión sólo chiita.