Washington, Reuters

El aspirante a la candidatura demócrata a la Casa Blanca Barack Obama arrasó el martes en las primarias de Carolina del Norte, mientras que su rival, Hillary Clinton, sufrió para ganar en Indiana. Este resultado prolonga una vez más la carrera por conseguir la nominación, que se ha vuelto ya interminable.

Obama ganó en Carolina del Norte con el 56 por ciento de los votos, frente al 42% que obtuvo su rival, enmendando así el rumbo de su campaña tras los momentos difíciles que pasó debido a los comentarios pronunciados en Pensilvania a principios de abril sobre los habitantes de los pueblos pequeños, a los que tildó de «amargados».

Por su parte, Clinton sufrió para hacerse con el triunfo en el Estado de Indiana, ya que sólo obtuvo un pequeño margen del 51% de los votos a favor, frente al 49% logrado por el senador por Illinois.

Carolina del Norte e Indiana, con 187 delegados en juego entre ambos para la convención de agosto, eran los únicos grandes premios pendientes en la ajustada carrera para la nominación, aunque los resultados han confirmado que no hay un claro ganador.

Obama afirmó durante su discurso para celebrar la victoria que el Estado de Carolina del Norte no ha sido el «gran cambio en las primarias» que predijo su rival, Clinton. «Había quienes decían que este Estado sería el que cambiaría el juego en estas elecciones», afirmó el senador. «Lo que Carolina del Norte ha decidido es modificar el juego que debe ser cambiado, el de Washington», añadió. Aun así, Obama pareció conceder Indiana a Clinton.

Obama, que podría convertirse en el primer presidente afroamericano, recibió el apoyo de 9 de cada 10 votantes negros en Carolina del Norte. Los afroamericanos constituyen cerca de un tercio de los votantes en las primarias demócratas, según muestran los sondeos a pie de urna.

Por su parte, la ex primera dama afirmó: «Pase lo que pase y aunque lo haya repetido en muchas ocasiones, seguiré luchando para conseguir la nominación del Partido Demócrata, porque debemos ganar en noviembre». Clinton pronunció estas palabras durante un discurso en Indiana, donde proclamó su victoria antes de conocer los resultados oficiales.

Clinton recordó la predicción que hizo Obama no hace mucho, cuando aseguró que la senadora ganaría en Pensilvania mientras que él haría lo propio en Carolina del Norte. «El senador por Illinois dijo que Indiana sería el Estado que implicaría el punto de desempate», añadió Clinton. «Quiero decir que hemos roto el empate y gracias a Obama vamos rumbo a la Casa Blanca».

«Esta noche la victoria es vuestra», dijo Clinton a los votantes que se congregaron para apoyarla. «Voy a trabajar duro en Virginia Occidental y Kentucky durante este mes para tratar de ganar en noviembre», recalcó.

El triunfo de Clinton en Indiana, considerado por los expertos como algo fundamental, mantiene con vida sus esperanzas en la carrera por ser nominada, aunque Obama continúa teniendo una ventaja mucho mayor en delegados -1.876 frente a los 1.729 de Clinton-, ninguno de los dos aspirantes puede ganar en las urnas los 2.025 delegados precisos para imponerse, por lo que la decisión recaerá en los casi 800 superdelegados. Se llama así a los delegados que son miembros natos de la convención presidencial en función de los cargos electos que ocupan o de los puestos que desempeñan en el organigrama de poder del partido demócrata.