México

El presidente del Banco Mundial (BM), Robert Zoellick, vaticinó ayer en México que la crisis alimentaria mundial continuará hasta 2015 con los precios elevados de los granos, que descartó que puedan recuperar los niveles de 2004.

Zoellick ve urgente que todos los países modifiquen sus políticas de producción alimentaria con el fin de garantizar el suministro de los granos básicos a las poblaciones. Además, instó a las naciones a buscar una nueva generación de biocombustibles con materiales procedentes de la celulosa.

«Esperamos un repunte de la oferta de alimentos que permita frenar los precios entre 2009 y 2010», dijo Zoellick, quien agregó que actualmente existe un debate sobre el uso de granos y productos agrícolas, como el maíz en Estados Unidos y la caña de azúcar en Brasil, para promover la producción de combustibles biológicos sin encarecer los precios de los alimentos.

Por este motivo, Zoellick pidió a EE UU que evalúe el alza en los precios mundiales de los alimentos y su efecto en los pobres al establecer las políticas que dirigen buena parte de su cosecha de maíz a la producción de biocombustibles.

Los precios de los alimentos básicos como el trigo y el arroz se han disparado y el fenómeno suele atribuirse al cambio climático y al incremento del consumo de alimentos en Asia, particularmente en economías en crecimiento como China, además de a la crisis desatada por las hipotecas «basura» en Estados Unidos.

Sin embargo, el incremento de la producción de biocombustibles como el etanol es también causa del incremento de los precios, y el presidente del BM aseguró que EE UU, un país promotor de los biocombustibles, debería tenerlo en cuenta. «El país tiene que evaluar su efecto en la totalidad de asuntos humanitarios en términos de los precios de los alimentos», dijo Zoellick.

El Gobierno estadounidense sostiene que el etanol producido a partir del maíz y usado como sustituto de la gasolina puede ayudar a reducir la dependencia energética que sufre la nación hacia otros países productores de petróleo.

Actualmente, más de una cuarta parte de la cosecha de maíz estadounidense va a la producción de biocombustibles. Bush declaró, además, la semana pasada que todavía respalda el programa estadounidense de etanol y que la industria del etanol de su país es responsable de sólo una pequeña parte de la subida del precio de los alimentos. Pero Zoellick pidió que se discuta más el asunto.

Precisamente, Bush pedirá un aumento de la producción de petróleo a los países de la OPEP durante una visita a Arabia Saudí la próxima semana, dentro de una gira por Oriente Medio.

Según explicó el consejero de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Stephen Hadley, «los suministradores de petróleo deben tener en cuenta la salud económica de la comunidad mundial cuando se plantean sus políticas de precios y sus objetivos de producción».

Bush, que visitará Arabia Saudí el día 16, planteará esta situación durante sus conversaciones con las autoridades del país, declaró Hadley, quien puntualizó: «Estoy seguro de que sí lo ha hecho en el pasado». «Creo que aprovechará la oportunidad durante este viaje y probablemente en el futuro en tanto continúe la situación actual de gran demanda, precios altos y oferta restringida», subrayó.

Para paliar la subida de los precios del crudo, Bush quiere que el Congreso apruebe medidas como la explotación de la Reserva Natural de Alaska y la construcción de nuevas refinerías, además de la producción de etanol.