Caracas

El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, descalificó duramente a la canciller alemana, Angela Merkel, en su programa dominical «Aló, presidente». Chávez dedicó a Merkel un «señora canciller, se puede ir a...». Y añadió: «Porque es una mujer no voy a decir nada más». La canciller germana, que hoy inicia una gira por Latinoamérica, ha pedido a los líderes de la región que se distancien de Chávez. «Ella es de la derecha alemana, la misma que apoyó a Hitler y la misma que apoyó el fascismo, ésta es la Cancillería alemana de hoy», añadió Chávez.

Además, el presidente venezolano dijo que podría enfrentarse a ella si acude a la próxima cumbre de jefes de Estado de Europa y Latinoamérica que se celebrará en Perú. «Quizá yo le diga algo y ella se vuelva loca y diga: "¿Por qué no te callas?"», en referencia a la respuesta que el Rey Juan Carlos le dio en la Cumbre Iberoamericana de 2007, cuando el venezolano no dejaba hablar al presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero.

La diatriba contra Merkel fue acogida con frialdad por Berlín, que consideró que el líder venezolano no habla en nombre de Latinoamérica.

«Las declaraciones del presidente Chávez hablan por sí mismas», señaló ayer el portavoz oficial del Gobierno germano, Thomas Steg, en una breve nota enviada a los medios, en la que reitera un párrafo de una entrevista concedida por Merkel a un medio alemán al que, dijo, «no hay nada que añadir».

Steg se limitó a comunicar que «la canciller federal se alegra de la Cumbre de la UE con los países de Latinoamérica en Perú y por las conversaciones bilaterales que mantendrá allí. Ya antes de la Cumbre anunció claramente su postura. Me remito al pasaje de su entrevista con (la agencia alemana) DPA».

En esa cita, Merkel dice que «un solo país no puede influir permanentemente en las relaciones entre la UE y Latinoamérica. El presidente Chávez no habla en nombre de Latinoamérica. Cada país tiene su propia voz, con la que defiende sus propios intereses. También el pueblo venezolano tomó postura con su rechazo en el referéndum de enero».