Vilna / Belgrado

Lituania retiró ayer el veto al inicio de las negociaciones entre la UE y Rusia para la firma de un nuevo acuerdo de cooperación política, comercial y energética, que debe sustituir al Acuerdo de Asociación de 1994. «Hemos alcanzado un buen acuerdo, que respeta las necesidades de Lituania a la vez que tiene en cuenta los intereses conjuntos de la UE», anunció en Vilna el presidente de turno, el esloveno Dimitrij Rupel.

Lituania aceptó levantar el veto a condición de que en las negociaciones con Rusia previstas para finales de junio se tengan en cuenta sus posiciones en materia política y energética, según informó la televisión local. «Hemos encontrado la forma de reflejar en el mandato para las negociaciones el asunto de los suministros de petróleo ruso vía el oleoducto Druzhba, la cooperación jurídica y los conflictos congelados», señaló Rupel.

Este acuerdo fue alcanzado en Vilna durante la visita relámpago realizada por una delegación comunitaria encabezada por Rupel y que también incluía a los ministros de Exteriores de Polonia y Suecia. «La solidaridad mostrada por los Veintisiete y la Comisión Europea no es una palabra hueca», señaló a su vez Petras Vaitekunas, ministro de Exteriores lituano, tras reunirse con la delegación.

Con todo, Vaitekunas advirtió que «el éxito de las negociaciones con Rusia dependerá directamente de la reanudación de los suministros a través del oleoducto Druzhba», interrumpidos desde julio de 2006. Lituania vetó el pasado 29 de abril el inicio de las negociaciones con Rusia, lo que supuso un jarro de agua fría para Bruselas y Moscú.

Ese mismo día, la UE y Serbia suscribieron un acuerdo de preadhesión, condicionado al incremento de la colaboración de Belgrado con el Tribunal Penal para la ex Yugoslavia. El país dio el domingo un buen paso en esa dirección al votar mayoritariamente por la coalición europeísta del presidente serbio, Boris Tadic, que, con 102 escaños, ayer anunció que se dispone a la tarea de formar gobierno.

No lo tendrá fácil, sin embargo, ya que el Partido Radical Serbio (SRS), que quedó en segundo lugar con 77 escaños (frente a los 81 con que contaba en la anterior legislatura), y el Partido Democrático de Serbia (DSS) del primer ministro saliente, Vojislav Kostunica, con 30, se apresuraron a iniciar negociaciones para formar un Ejecutivo de coalición.

Los datos oficiales otorgan el 38,75% de los votos a la coalición Por una Serbia Europea de Tadic. El SRS obtiene el 29,22% y la coalición Partido Democrático de Serbia-Nueva Serbia (DSS-NS), de Kostunica, consigue el 11,34%.

Entre tanto, la UE anunció que está dispuesta a dar a Serbia el estatus de país candidato a la adhesión si prosigue su acercamiento a Europa, dijo el comisario europeo para la Ampliación, Olli Rehn.

Rehn destacó «el triunfo de las fuerzas reformistas que comparten los valores europeos», lo que debería conducir a «la rápida formación de un nuevo Gobierno», según indicó en un comunicado.

El comisario confió en que el nuevo Gobierno de Belgrado continúe «el programa de reformas y su camino hacia la UE. Serbia puede ser el motor de los Balcanes Occidentales y la UE está dispuesta a acelerar su camino, incluyendo el estatus de (país) candidato» al ingreso.