La oposición y los sindicatos franceses han reaccionado airadamente ante el anuncio hecho el jueves por el presidente Sarkozy de un proyecto de ley para que los niños puedan ir a los colegios los días de huelga en la educación nacional. La medida fue anunciada por Sarkozy tras una jornada nacional de huelga en la enseñanza.

Varios destacados miembros del Partido Conservador, en la oposición, han recibido donativos de empresas con intereses directos en las carteras que podrían ocupar de llegar los «tories» al poder.