Lima

El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, dijo ayer que no volverá a hablar con su colega colombiano, Álvaro Uribe, porque para hacerlo «tendría que bajar a un pantano».

«El único problema que tenemos nosotros en Sudamérica a este nivel es Uribe», manifestó Chávez, al referirse a la coincidencia ideológica de los gobiernos de la región, donde predominan los mandatarios de izquierda.

«Todos somos de la misma hermandad, (Luiz Inacio) Lula (da Silva), Tabaré (Vázquez), que no pudo venir, Cristina (Fernández), la Michelle (Bachelet), (Rafael) Correa, Chávez, el único problema, el que no cuadra en esto es Uribe», manifestó en un receso de la V Cumbre euro-latinoamericana que se celebra en Lima.

Para ejemplificar la -a su juicio- falta de sinceridad de su homólogo colombiano, Chávez le espetó a un periodista: «yo quiero la unión contigo, te voy a escuchar, te voy a abofetear, ¿qué unión?».

«No tengo esperanza de que este Gobierno de Colombia recapacite», confesó el gobernante venezolano, quien afirmó que «Colombia nació en el Orinoco».

Chávez ahondó en el distanciamiento con su homólogo de Colombia, al confesar que tuvo que «tragar clavos» para darle la mano a Uribe al concluir la cumbre del grupo de Río, el 7 de marzo pasado, en República Dominicana.

En aquella ocasión, el presidente ecuatoriano, Rafael Correa, aceptó las disculpas de Uribe y con un apretón de manos dieron por zanjado el conflicto diplomático iniciado una semana atrás y que involucraba también a los mandatarios de Venezuela y Nicaragua.

La paz entre Uribe y Correa se reafirmó con un abrazo de Uribe a Chávez y otro apretón de manos con el nicaragüense Daniel Ortega, quien anunció que restablecería las relaciones diplomáticas rotas con Bogotá.

Las arremetidas de ayer de Chávez contra Uribe contrastan con los gestos de reconciliación del presidente de Venezuela con la canciller alemana, Angela Merkel, a quien días atrás acusó de pertenecer a la derecha alemana que apoyó a Hitler.