Bogotá

La suerte de los rehenes de la guerrilla colombiana de las FARC es incierta tras la muerte de su líder, Pedro Antonio Marín, «Tirofijo», y la falta de señales de su sucesor, «Alfonso Cano», sobre el acuerdo humanitario o las liberaciones unilaterales. Sin embargo, al mismo tiempo, familiares de los rehenes, funcionarios y analistas confían en que la nueva dirección guerrillera dé un giro y posibilite una salida negociada, lo que, por otro lado, ha generado grandes expectativas en el país.

El Defensor del Pueblo, Volmar Pérez, confió en que la designación de Cano facilite el acuerdo humanitario y «devalúe la guerra». «Si al frente de las FARC predomina la línea política, uno podría esperar que los nuevos responsables de su dirección entiendan esa necesidad, que hay que privilegiar más el diálogo, que hay que acogerse a las normas del derecho internacional humanitario», dijo Pérez.

Añadió que, en esa línea, confía en que la nueva jefatura baje la intensidad de la confrontación armada y urgió a «posibilitar la realización de un acuerdo humanitario que nos garantice el retorno a la libertad de todos los secuestrados». Las FARC tienen más de 700 rehenes, entre ellos la ex candidata presidencial Ingrid Betancourt.

Por sus «prisioneros de guerra», las FARC han sugerido el intercambio por unos 500 de sus rebeldes presos. También han exigido la desmilitarización de un territorio de dos municipios, Florida y Pradera, en el departamento del Valle, Suroeste, a lo que se opone el presidente, Álvaro Uribe.

La senadora opositora Piedad Córdoba, que junto al presidente venezolano, Hugo Chávez, fue mediadora para la búsqueda del acuerdo humanitario, considera que con Alfonso Cano será posible seguir trabajando en ese objetivo. La ex mediadora admitió que ve el acceso de Cano al liderazgo de las FARC con «mucha esperanza por la paz, en el acuerdo humanitario y por la salida negociada al conflicto que vive Colombia».

Uribe reveló el domingo, día en que fue confirmada la muerte de Tirofijo, que algunos guerrilleros le han hecho saber que están dispuestos a desmovilizarse y a liberar rehenes, incluida Betancourt, si el Gobierno garantiza su libertad. Uribe añadió que está preparado para entregarlos a Francia, cuyo presidente, Nicolas Sarkozy, se ha mostrado dispuesto a acoger a guerrilleros en su país si con ello facilita la liberación de rehenes. París está evaluando las consecuencias de la muerte de Tirofijo con la vista puesta en la liberación de Betancourt, una prioridad para Sarkozy.