París

El presidente francés, Nicolas Sarkozy, excluyó ayer destinar 6.000 millones anuales al equipamiento de Defensa, como prevé la ley anterior de programación militar, a la vez que reiteró su compromiso de que los gastos militares sigan rondando el 2 por ciento del producto interior bruto.

Sarkozy insistió en la necesidad de mejorar las capacidades de información de las Fuerzas Armadas, dotándolas de más satélites de reconocimiento, adelantó que se cerrarán «quince» bases aéreas donde «hace 20 años que no hay un avión», y, sobre la eventual construcción de un segundo portaaviones, indicó que «hay tiempo» hasta 2011 o 2012 para tomar una decisión.

«Francia no puede bajar la guardia», afirmó el jefe de Estado conservador en una entrevista con la emisora RTL.