Jerusalén / Beirut

La presión sobre el primer ministro israelí, Ehud Olmert, para que dimita aumentó ayer después de que su socio, el ministro de Defensa y líder del Partido Laborista, Ehud Barak, le pidiera que abandone la actividad gubernamental y amenazara con llevar al país a elecciones anticipadas si no lo hace. Además, un sondeo mostró que el 70% de los israelíes no confía en el primer ministro, quien, según su entorno, a pesar de todo no tiene intención de renunciar a su cargo.

«No creo que el primer ministro pueda gestionar, a la vez, el Gobierno y sus propios asuntos personales», declaró Barak en rueda de prensa, convocada un día después de que el empresario estadounidense Morran Talansky declarara ante un tribunal israelí que había entregado durante los últimos quince años al menos 150.000 dólares en sobres para financiar las campañas electorales de Olmert y para pagar viajes al extranjero del primer ministro israelí y de su familia, dinero que nunca le ha sido devuelto.

«Por tanto, teniendo en cuenta lo mejor para el país y en coherencia con las normas adecuadas, creo que el primer ministro debe desconectarse del día a día de la acción gubernamental», prosiguió. «Puede optar por cualquiera de las salidas que se le ofrecen, como dejar en suspensión o vacante el puesto, dimitir o declararse a sí mismo incapacitado. No seremos nosotros quienes lo decidamos», añadió.

Asimismo, instó al partido de Olmert, el Kadima, a buscar a un candidato para suceder al primer ministro, ya que, «si Kadima no actúa y no se forma un Gobierno durante el actual período legislativo que sea de nuestro gusto, tomaremos la iniciativa llegando a un acuerdo y fijando una fecha para las elecciones anticipadas». Las próximas elecciones deberían celebrarse el año 2010.

Mientras, en el vecino Líbano, el recientemente nombrado presidente, Michel Suleiman, designó a Fuad Siniora como nuevo primer ministro del país después de una jornada de consultas con los distintos grupos parlamentarios. La designación de Siniora, que ya fuera primer ministro desde junio de 2005 hasta este mismo mes de mayo, ha suscitado reservas entre la oposición, encabezada por Hezbolá, y no se descarta que ésta pueda presentar su propio candidato a la jefatura de Gobierno.