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«No es un crimen ser liberal, pero yo no soy liberal, soy un reformador de centro», aseguró ayer el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durão Barroso, en rueda de prensa conjunta con el primer ministro sueco, Fredrik Reinfeldt (ambos en la foto). Suecia asumió la Presidencia de turno de la UE llamando a las fuerzas políticas a concentrarse en los graves problemas de Europa y olvidarse de los pulsos institucionales estériles. «No es el momento de mirarse el ombligo», advirtió Reinfeldt, cuyo país quiere lograr resultados tangibles en dos frentes prioritarios: la prevención de nuevas crisis financieras y un ambicioso acuerdo mundial contra el cambio climático.