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Un centenar de policías del puerto occidental griego de Patras desalojó ayer a más de 200 inmigrantes ilegales, mayoritariamente afganos, y demolió las chozas improvisadas de su campamento provisional, en el que esperaban a viajar clandestinamente a Italia. El campo, situado frente al puerto desde el que zarpan los transbordadores a la península Italiana, fue levantado hace unos diez años y ha albergado a unos 1.800 inmigrantes sin papeles, llegados, sobre todo, desde Asia. Los inmigrantes llegan a Grecia desde Turquía con la esperanza de seguir viaje hacia Italia. En la fotografía, incendio que siguió al desalojo.