Sanaa / Oviedo

Un tribunal yemení condenó ayer a muerte a seis terroristas por los atentados que causaron la muerte de siete turistas españoles y dos belgas. Otros diez imputados fueron sentenciados a entre ocho y quince años de prisión. Los condenados son once yemeníes, cuatro sirios y un saudí de origen yemení, autores de dos atentados.

El primero ocurrió en el verano de 2007, cuando un coche bomba embistió a los todoterreno que trasladaban a un grupo de turistas, en el que había trece españoles, hacia el templo de la Reina de Saba, en la provincia de Mareb. Murieron nueve personas, entre ellas siete españoles y sus dos guías yemeníes. El segundo atentado fue perpetrado un año más tarde en la región de Hadramaut y en él murieron dos turistas belgas.

En el escrito de la acusación también se incluían cargos por ataques con morteros cometidos contra las embajadas de Estados Unidos e Italia, todos ellos reivindicados por la organización terrorista Al Qaeda en la Península Arábiga.