El 1 de octubre de 1949, Mao Zedong fundó la República Popular China. Hoy, sesenta años después su figura se sigue venerando en China como encarnación de los valores comunistas y socialistas opuestos a los del artífice de la reforma económica, Deng Xiaoping.

Desde 1949 hasta su muerte en 1976, Mao Zedong fue el máximo líder de China, pero la gran explosión del gigante asiático comenzó a gestarse en 1978 con la llegada al poder de Xiaoping. Sin embargo, el pueblo llano todavía siente gran respeto por el líder que estabilizó el país tras la invasión japonesa y la guerra civil, y a pesar de que también recuerdan sus grandes errores, como las hambrunas que causó el Gran Salto Adelante (1958-1960) o el terror que implantó durante la Revolución Cultural (1966-1976), muchos consideran estos episodios inevitables.

El presidente chino, Hu Jintao, contempló el desfile junto al resto de máximos líderes comunistas desde lo alto de la Puerta de Tiananmen, entrada al antiguo Palacio Imperial (la Ciudad Prohibida), donde tal día como hoy hace 60 años Mao Zedong proclamó el nacimiento del régimen comunista.

"El pueblo chino se ha hundido en amargo sufrimiento y tribulaciones desde que el Gobierno reaccionario de Chiang Kai-shek traicionó la patria, conspiró junto a imperialistas y lanzó la guerra contrarrevolucionaria", dijo entonces Mao, en el comienzo de su discurso, poniendo así fin a casi 30 años de guerras encadenadas contra Japón y los nacionalistas del Kuomintang.

El Gran Timonel proclamaba el fin del sufrimiento, el feudalismo y la sumisión de China a los imperios, pero comenzaba una etapa aún más dura, en la que se calcula que los experimentos de Mao (el Gran Salto Adelante, la Revolución Cultural) causaron 38 millones de muertos.

Poderío militar

Los más modernos tanques, misiles, y cazas del Ejército de Liberación Popular chino (ELP) han desfilado por la avenida Chang An en el centro de Pekín, y frente a la plaza de Tiananmen, en el principal acto de celebración del 60 aniversario del régimen comunista.

Junto a la puerta de Tiananmen, 8.000 soldados de elite, 150 cazas de última generación y cerca de 500 vehículos armados formaron ante los líderes comunistas.

El espectáculo que China solo había celebrado anteriormente en los años 50, en 1984 y 1999, tuvo lugar en una ciudad tomada por las fuerzas de seguridad y cuyo centro está completamente cerrado a los ciudadanos de a pie durante todo el día.

Antes de comenzar el desfile, el presidente chino, Hu Jintao, pronunció un discurso tras pasar revisión a las tropas subido en una limusina tipo Hong Qi (Bandera Roja).

Ataviado con un traje estilo Mao, el líder chino saludó a las tropas a través del micrófono repitiendo: "Saludos, camaradas", "Camaradas estáis trabajando duro", a lo que éstas replicaron: "Saludos, líder", "Nosotros servimos al pueblo".