Oviedo, Luis MUÑIZ / Efe

Irán se sentará hoy en Ginebra con representantes del grupo 5+1 (EE UU, Francia, Reino Unido, China, Rusia y Alemania) en un intento por ambas partes de retomar el diálogo sobre el programa nuclear iraní y obtener respuestas sobre su verdadera naturaleza.

La reunión se celebra en un clima muy tenso y tras revelar Teherán que construye una segunda planta de enriquecimiento de uranio en Qom, así como después de los ensayos con misiles de largo alcance realizados por el Ejército en los últimos días.

Como ocurrió en la cita de julio de 2008, un lugar no revelado de Ginebra acoge las conversaciones de los representantes de las seis potencias negociadoras y el jefe de la diplomacia de la UE, Javier Solana, con el enviado iraní, Said Yalili.

Quizá para relajar el encuentro, el presidente de Irán, Mahmud Ahmadineyad, aseguró ayer que su país está dispuesto a mantener unas «negociaciones largas» en Ginebra si éstas son «constructivas». Pero luego añadió: «En esta primera reunión se podrá comprobar el nivel de honestidad de algunos países». Y Yalili, antes de volar a Suiza, aseguró que el éxito de la negociación dependerá, sobre todo, de la actitud que adopte Occidente.

Otro elemento que hace temer por el éxito de la reunión es la declaración del director de la agencia atómica iraní, Ali Akbar Salehi, según la cual Irán no debatirá nada relacionado con sus derechos atómicos. Con ello, el choque está servido, porque Washington, que envía al subsecretario de Estado para asuntos políticos, Willian Burns, insistió en que sacará a relucir el enriquecimiento de uranio en la reunión. La incógnita, pues, es de qué se hablará en el encuentro.

Por otro lado, las potencias negociadoras están divididas acerca de la conveniencia de imponer nuevas sanciones a Irán. Rusia y China siguen reticentes a adoptar nuevas medidas de castigo (aunque Moscú menos, tras la retirada del escudo antimisiles), y Teherán ya ha rechazado la oferta de Solana para que ponga fin a su programa nuclear a cambio de la suspensión de las sanciones.

Por su parte, el director de la Agencia Internacional de la Energía Atómica (AIEA), Mohamed El Baradei, reconoció ayer a una cadena de televisión de la India que Teherán está «en el lado equivocado de la ley» por no haber informado antes sobre la planta de Qom. Pero «aseguran que no lo han hecho antes porque se trata de una instalación de reserva para el caso de ser atacados».