Dublín / Oviedo

El ministro principal de Irlanda del Norte, el unionista Peter Robinson, anunció ayer su renuncia durante seis semanas a su cargo, a raíz de los escándalos sexuales y financieros protagonizados por su esposa, Iris. La ley norirlandesa permite que el «premier» delegue seis semanas en otra persona, en este caso en la ministra de Empresas, Arlene Foster. Pasado este plazo, la situación pasaría a definitiva y debería ser refrendada por el Parlamento norirlandés.

Los escándalos de Iris Robinson, diputada en los parlamentos de Belfast y Londres, que al igual que su marido es hiperconservadora en temas sociales -rechaza, por ejemplo, la igualdad de derechos para los gays-, comenzaron cuando admitió la pasada semana que había mantenido una relación extramatrimonial con un joven 39 años menor que ella.

Posteriormente, se descubrió que le ayudó a montar un café con fondos públicos. Más tarde se supo que también había sido amante del padre del joven y, el pasado fin de semana, el rosario de revelaciones se cerró, por el instante, al conocerse que también se acostaba con un amigo del partido. Su marido anunció ayer que Iris Robinson está recibiendo «tratamiento psiquiátrico severo».

Las seis semanas de retiro de Robinson, que gobierna el Ulster en coalición con el Sinn Fein (antiguo brazo político del disuelto IRA), permitirán que los organismos de control gubernamentales investiguen si sabía que su esposa entregó dinero público a su joven amante.

La dimisión temporal del ministro principal norirlandés acentúa la la crisis actual del proceso de paz, puesto en entredicho por los tres atentados que se han registrado en el último año -atribuidos al IRA auténtico-, con el resultado de dos soldados británicos y un policía norirlandés muertos. La pasada semana, el coche de otro policía católico saltó por los aires tras estallar una bomba lapa.

A esto se suman las crecientes divergencias en el seno de la coalición gobernante, que han paralizado el proceso de transferencias a la autonomía norirlandesa.

Robinson hizo el anuncio de su retirada temporal respaldado por el «número dos» de su partido, Nigel Dodds, y otros correligionarios, aunque eran evidentes ausencias de relieve como la del fundador de la formación, el ultraconservador Ian Paisley.

Belfast / Oviedo

La situación abierta en Irlanda del Norte por la dimisión de su ministro principal, Peter Robinson, preocupa a los gobiernos británico e irlandés, pues temen que se consume la desintegración de la coalición gubernamental entre los unionistas del DUP y el Sinn Fein, y que el proceso de paz entre en una larga crisis, justo cuando la amenaza terrorista de los disidentes del IRA está en su punto más alto en los últimos años.