Washington / Oviedo

El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, denunció ayer las «ganancias enormes y las bonificaciones obscenas» de los bancos auxiliados por el Gobierno, y prometió la recuperación de «cada centavo que se debe a la ciudadanía».

«Si los bancos están en tan buenas condiciones como para pagar bonificaciones enormes, seguramente están en condiciones de devolver el dinero a los ciudadanos», sentenció el Presidente.

Obama propondrá al Congreso un nuevo gravamen, bautizado como «tasa de responsabilidad en la crisis financiera», que permitirá recaudar unos 90.000 millones de dólares en diez años y 117.000 millones en doce.

La propuesta consiste en un gravamen que se aplicará a las firmas con más de 50.000 millones de dólares en activos. Según Barack Obama, el 60 por ciento de esa recaudación provendrá de las diez mayores firmas financieras de Estados Unidos.

El gravamen implicará, según los cálculos de los expertos, el pago de 1,5 millones de dólares por cada 1.000 millones de activos de las entidades afectadas.

En octubre de 2008, el Gobierno de EE UU asignó unos 700.000 millones de dólares para impedir el colapso del sistema financiero, y una porción mayor de esos fondos se asignó al sustento de grandes bancos y empresas financieras.

Dado que no se ha gastado todo el dinero, y que algunos bancos están devolviendo las ayudas, la Casa Blanca calcula que el plan, conocido como Programa de Alivio de Activos Depreciados (TARP, por su sigla en inglés), costará finalmente unos 117.000 millones, por debajo de los 341.000 millones que se calculaba el pasado verano.

El nuevo impuesto, en cualquier caso, estará en vigor hasta que se recupere todo el dinero publico invertido en el rescate de las grandes entidades financieras.

El socorro se ha transformado en una medida controvertida conforme los bancos han empezado a pagar las bonificaciones a sus ejecutivos y los dividendos a sus accionistas, mientras el desempleo se mantiene elevado y la economía sólo muestra indicios de reactivación.

«Mi compromiso es la recuperación de cada centavo que se debe al pueblo», afirmó Obama. «Y mi determinación de alcanzar esta meta se fortalece cuando veo informes de ganancias enormes y bonificaciones obscenas en las mismas firmas que deben su supervivencia al pueblo, al que no se ha indemnizado y que sigue afrontando las dificultades reales en esta recesión».

El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, calificó de «iniciativa interesante» la propuesta del inquilino de la Casa Blanca, que también celebró el director gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Dominique Strauss-Khan, aunque rehusó hacer comentarios más específicos.

Nueva York

El Gobierno de Estados Unidos investiga una «amenaza creíble» detectada en las últimas semanas según la cual la rama yemení de Al Qaeda planea atentar de nuevo en suelo norteamericano, según revelaron fuentes de la Administración Obama a la CNN.

No obstante, una de estas fuentes aclaró que las autoridades no han detectado que la amenaza se refiera a objetivos concretos, mientras que otra fuente indicó que, en cualquier caso, no lograrían realizar demasiadas averiguaciones al respecto de forma «inminente».

Mientras, un grupo de 150 clérigos yemeníes llamaron ayer a la «yihad» (guerra santa) en caso de que cualquier país envíe tropas a Yemen para perseguir a Al Qaeda.

Paralelamente, las fuerzas de seguridad yemeníes declararon una guerra abierta contra Al Qaeda y pidieron a sus ciudadanos que no colaboren con el grupo terrorista que lidera Osama Bin Laden.