Kiev / Oviedo, Efe / L. M. S.

El Tribunal Administrativo Supremo (TAS) de Ucrania suspendió ayer cautelarmente los resultados de las elecciones presidenciales que dieron el triunfo en las urnas al prorruso Víctor Yanukóvich, lo que deja en el aire su investidura -prevista, en principio, para el día 25-, aunque la sala no la prohíbe.

El alto tribunal admitió a trámite la demanda interpuesta por la primera ministra, Yulia Timoshenko, para impugnar por fraude la segunda vuelta de los comicios, celebrada el pasado día 7, y así lograr la convocatoria de una tercera, tal como ocurrió en 2004.

Ese año, Yanukóvich también fue declarado vencedor de las presidenciales, pero las denuncias de fraude desembocaron en protestas masivas conocidas como la «Revolución naranja», que obligaron a repetir la segunda vuelta, en la que Yanukóvich había derrotado a Víctor Yúschenko. En la tercera vuelta, ordenada por la justicia, Yúschenko, apoyado por la carismática Timoshenko, se alzó con la presidencia del país, que todavía ocupa.

Ahora, la suspensión de los resultados y, por lo tanto, de la victoria de Yanukóvich será efectiva hasta que los 55 jueces del Supremo ucraniano se pronuncien sobre el recurso de Timoshenko, que concurrió a los comicios al frente del bloque de partidos que lleva su nombre.

El alto tribunal adelantó que se reunirá mañana para comenzar las deliberaciones sobre la demanda en la que Timoshenko solicitó que el Supremo ordene «repetir la votación». «Si el tribunal no permite el recuento de los votos en los colegios electorales en los que recaen las dudas, entonces no tiene sentido hablar de justicia en nuestro país», advirtió Timoshenko.

La primera ministra acompañó su demanda con nueve tomos de documentos que, a su juicio, demuestran que hubo fraude en las regiones orientales del país, el principal granero de votos de Yanukóvich. Además, el Bloque Yulia Timoshenko (BYT) anunció que hoy presentará un proyecto de ley ante la Cámara para suspender la ceremonia.

En cambio, el prorruso Partido de las Regiones (PR) de Yanukóvich considera que la decisión del TAS es una mera «formalidad» y destacó que «el mundo entero» ya ha reconocido al líder como presidente.

El vicepresidente de la Comisión Electoral Central (CEC), Andréi Maguera, se mostró convencido de que la demanda del BYT no impedirá la investidura de Yanukóvich, que ganó la segunda vuelta ahora impugnada con una diferencia de 3,48 puntos sobre Timoshenko.

Maguera acusó a Timoshenko de presentar la demanda para frustrar la investidura de Yanukóvich y restarle legitimidad a ojos de la comunidad internacional. «La decisión del TAS no significa la impugnación de los resultados electorales y tampoco significa que los resultados son declarados inválidos, o que su legitimidad sea puesta en duda», dijo.

El jurista de la Universidad de Lvov, Vladímir Grinchak, dio la razón a Timoshenko al asegurar que «sí se puede hablar de una manipulación de la voluntad popular». Grinchak considera justificada la demanda, aunque valoró en un 50 por ciento las posibilidades de que la maniobra de Timoshenko llegue a buen puerto.

Según algunos analistas, la primera ministra de Ucrania únicamente está intentando mantenerse al frente del Gobierno para obligar a Yanukóvich a cohabitar con su peor enemiga.