Oviedo / Washington,

Luis MUÑIZ / Agencias

La secretaria de Estado norteamericana, Hillary Clinton, arremetió el viernes por la noche contra Israel, al que acusó de «socavar el proceso de paz» e «insultar» al vicepresidente estadounidense, Joe Biden, con cuya visita al país coincidió esta semana el anuncio de la construcción de 1.600 nuevas viviendas en Jerusalén Este, en terreno ocupado a los palestinos desde la guerra de los Seis Días de 1967.

Fiel a la política del palo y la zanahoria, Clinton afirmó en un programa de la CNN que la relación de su país con Israel no corre peligro. «Es duradera, fuerte. Está enraizada en valores comunes», expuso. «Pero tenemos que dejar claro a nuestros amigos y colegas israelíes que la solución de los dos estados, que apoyamos, que el propio primer ministro dice que apoya, requiere medidas de confianza por ambas partes, y el anuncio de asentamientos precisamente el día en que el vicepresidente estaba allí fue insultante», añadió Clinton para dejar patente su malestar con el Gobierno de Benjamin Netanyahu.

Además de enturbiar la relación con su principal socio y de dejar a Biden completamente descolocado, el anuncio de Israel se tradujo en la retirada de los palestinos del diálogo indirecto en el que habían aceptado participar con mediación de Estados Unidos después de un año de parón negociador.

«Fue un momento muy inoportuno y difícil para todos», dijo Clinton acerca del anuncio israelí. «Estados Unidos, nuestro vicepresidente, que había ido a reafirmar nuestro apoyo a la seguridad israelí... Lamento profundamente que ocurriera eso y así lo hago saber», agregó la secretaria de Estado en la CNN.

Pero, además, la jefa de la diplomacia estadounidense conversó por teléfono con Netanyahu para reiterarle las «fuertes objeciones» de su país al anuncio de la construcción de nuevas viviendas; y no sólo porque se hiciera coincidiendo con la visita de Biden, sino también por la repercusión que tiene, pues socava el proceso de paz, informó el portavoz del Departamento de Estado, Philip Crowley.

En la conversación con Netanyahu, Clinton dejó claro que Estados Unidos considera el anuncio «una señal profundamente negativa de Israel con respecto a las relaciones bilaterales» y sostiene que «es contrario al espíritu de la visita del vicepresidente» Biden a la región.

La secretaria de Estado recalcó que esta acción ha «socavado la confianza en el proceso de paz y en los intereses de EE UU» en la región y en sus esfuerzos por relanzar las negociaciones entre israelíes y palestinos, agregó el portavoz.

En este sentido, subrayó que «el Gobierno de Israel tiene que demostrar no solamente con palabras, sino mediante acciones específicas, su compromiso con la relación entre ambos países y con el proceso de paz». Clinton le expresó, asimismo, al primer ministro israelí que «no entiende cómo pudo ocurrir eso», especialmente a la luz del fuerte compromiso de EE UU con la seguridad de Israel, señaló Crowley.

Ante la dureza de las críticas de Clinton, el primer ministro israelí convocó de urgencia a siete de sus ministros para debatir la crisis con su principal aliado. Según informaba anoche, al cierre de esta edición, el diario israelí «Haaretz», citando fuentes de la oficina del jefe del Gobierno, Netanyahu estaba «sorprendido» por la condena pública de Washington.

Según esa fuente, Netanyahu pensaba que las disculpas ofrecidas a Biden tanto por él mismo como por su ministro del Interior, Eli Yishai, cuyo Ministerio lanzó el polémico anuncio, habían sido suficientes, pero la dura llamada de Clinton le había sorprendido.

Un alto funcionario de la Administración Obama explicaba ayer que Netanyahu se encuentra en una posición «peligrosa» por la presión que ejercen los partidos ultraderechistas de la coalición de gobierno, que se oponen categóricamente a la congelación del plan de asentamientos en territorio ocupado.