Nueva York / Oviedo, Agencias

La Policía de Nueva York evitó una matanza al desactivar el sábado un coche bomba en el corazón de la ciudad cargado con tres bidones de propano, dos de gasolina, dos relojes con pilas, cables, fuegos artificiales de consumo casero, una caja para guardar armas y otros materiales. El gobernador del Estado, Davir Paterson, y la secretaria de Seguridad Nacional, Janet Napolitano, coincidieron en calificarlo de «potencial ataque terrorista».

Las autoridades investigan quién puso lo que se calificó de «rudimentario coche bomba» en Times Square, la plaza más concurrida de la ciudad, sin que se tenga información de los responsables del frustrado atentado. El grupo de los Talibanes de Pakistán reivindicó ayer la autoría en venganza por la muerte de dos líderes de Al Qaeda en Irak. Pero la Policía neoyorquina afirma que no hay pruebas en tal sentido y el servicio secreto pakistaní tampoco da credibilidad a esta reclamación. Los agentes «no descartan» que esté relacionado con las amenazas a la serie «South Park» después de que emitiera una caracterización de Mahoma.

«No tenemos ni idea de quién ha hecho esto ni por qué. Hemos evitado lo que podría haber sido un incidente muy mortífero», ya que «realmente podría haber explotado y haber originado un gran fuego», dijo el alcalde, Michael Bloomberg. «Esto lo ha hecho alguien que quería lanzar un mensaje y aterrorizar», afirmó el jefe de la Policía de Nueva York, Ray Kelly.

El FBI se ha sumado a las investigaciones para determinar quién y cómo colocó el material en el interior de un Nissan Pathfinder oscuro aparcado en plena plaza hacia las 18.30 de la tarde. Las alarmas saltaron cuando un vendedor ambulante de camisetas vio salir humo de una caja ubicada en la parte trasera del vehículo y alertó a un oficial. El hecho de que las matrículas, del estado de Connecticut, no coincidieran con el modelo del automóvil hizo que la Policía evacuara y acordonara durante ocho horas la zona, centro neurálgico de Manhattan, donde miles de turistas se encontraban paseando o acudían a cines y teatros en el popular Broadway.

El vehículo, aparcado en la calle 45 entre la Séptima y Octava avenidas, frente a una sucursal de Bank of America, no llegó a explotar. Los autores no eran unos profesionales expertos en elaborar y hacer detonar explosivos. Los investigadores escrutan las grabaciones de las cámaras de seguridad de la plaza.