La Iglesia católica argentina admitió que uno de sus sacerdotes abusó sexualmente de ocho personas, entre ellas un menor con discapacidad mental, hechos por los que está siendo investigado, informa hoy la prensa local.

En una entrevista que publica el diario La Capital, de la ciudad de Rosario, el vicario Raúl Lutz admitió los abusos, que habían sido inicialmente revelados por la prensa, dos días después de anunciar la creación de una comisión de investigación.

"Se va a actuar como corresponda", aseguró Lutz y abogó por llevar estos episodios ante los tribunales, aunque precisó que "corresponde a los damnificados y no a la Iglesia hacer la denuncia en la Justicia ordinaria".

La información se conoce en medio de la polémica desatada cuando el principal diario de la ciudad informó que el párroco Reynaldo Narvais, de 46 años, fue separado de su cargo hace más de un año tras ser acusado de abuso de autoridad y acoso sexual a al menos ocho personas de su parroquia y de un colegio.

Tras denunciarse los abusos en octubre de 2008, un fiscal actuó de oficio pero la causa no logró avanzar, al no presentarse ninguna de las supuestas víctimas ante la justicia de Rosario, ciudad situada a 300 kilómetros al noroeste de Buenos Aires.

El vicario también reconoció en la entrevista que "se pagó un monto reparatorio a una de las víctimas" y apostó por actuar del mismo modo con el resto de ellas "de acuerdo a cada caso".

En cuanto a los abusos cometidos a un menor con discapacidad mental, Lutz recordó que ocurrieron cuando éste tenía 17 años, por lo que no tipifican como pedofilia.

Reynaldo Narvais era el responsable de la Parroquia Nuestra Señora de Pompeya, perteneciente a la congregación de Letrán, hasta que en noviembre de 2008, un mes después de que se denunciaran los abusos, el consejo nacional de la congregación analizó su conducta y decidió separarlo de sus funciones, imponerle un año sabático y la realización de un tratamiento psicológico.

Como estipula el derecho canónico, un tribunal eclesiástico decidirá si interpone sanciones al párroco Narvais.