Superado el 50 por ciento del escrutinio de las elecciones celebradas este jueves en el Reino Unido, el Partido Conservador de David Cameron se consolida como la fuerza que más representación tendrá en el futuro Parlamento de Westminster, aunque posiblemente no obtendrá la mayoría absoluta.

A las 03.40 horas GMT, con 400 de las 650 circunscripciones confirmadas, los "tories" estaban claramente por delante con 196 diputados y el 36,3 por ciento del voto, seguidos de los laboristas, con 149 diputados y el 27,4 por ciento del voto, y los liberal-demócratas, con 29 diputados y el 22,3 por ciento del voto.

Los conservadores ganaron en 50 circunscripciones en las que resultaron derrotados en el 2005, mientras que los laboristas perdieron 44 con respecto a hace cinco años, lo que da una idea del vuelco electoral que se ha producido en las urnas.

De continuar esta tendencia, a la espera de conocer el resultado en los otros 265 distritos electorales (en uno de las circunscripciones la elección se pospuso hasta el 27 de mayo por la muerte de un candidato), los conservadores serían la fuerza mayoritaria, pero no contarían con una mayoría absoluta.

Es lo que en este país se llama un "hung Parliament" (un Parlamento colgado), algo que no ha ocurrido desde 1974 y que, por lo tanto, abre un nuevo escenario político en el Reino Unido.

Lo disputado de estos comicios resultó también en un alto índice de participación, que se situó en torno al 64 por ciento del electorado (unos 45 millones), nueve puntos por encima de las previsiones de los expertos demoscópicos.

La mayoría absoluta en el Parlamento británico, de 650 escaños, se sitúa en 326, por lo que los "tories" todavía necesitan un empujón extra para pensar en poder gobernar con comodidad.

Un número cercano a esa cifra también les permitiría formar un Gobierno en minoría, probablemente con el apoyo de otras fuerzas políticas, como los unionistas de Irlanda del Norte, que puede contribuir con el voto de ocho o nuevo parlamentarios.

De situarse más cerca de los 300 escaños en el recuento definitivo, la situación se puede complicar, sobre todo si la suma de escaños del Partido Laborista y del Partido Liberal Demócrata abre la opción de un Ejecutivo de coalición.

En ese caso, el actual primer ministro, Gordon Brown, se mantendría como inquilino del 10 de Downing Street a la espera del desarrollo de esas conversaciones, aunque el líder de los liberal-demócratas, Nick Clegg, argumentó durante la campaña que el candidato del partido más votado debería tener la primera opción.

Tanto Brown como Cameron regresaron a Londres después de participar en sus respectivos distritos electorales en el escrutinio y en la proclamación de sus escaños, y se reunieron con militantes de sus partidos a la espera de que concluya el recuento. EFE