Teherán / Oviedo

El presidente brasileño, Luiz Inacio Lula Da Silva, inicia hoy, domingo, en solitario una crucial visita a Irán que, según los expertos, encierra una arriesgada apuesta política y diplomática del mandatario latinoamericano en la arena internacional. Bajo el escrutinio de EE UU y otras grandes potencias, Lula tenía previsto aterrizar la pasada medianoche en el aeropuerto de Teherán con un asunto estrella en la agenda: el controvertido programa nuclear iraní, informó Efe.

Finalmente, el primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, no acompañará al presidente brasileño en el viaje, en contra de lo que se había planeado en un primer momento.

Gran parte de la comunidad internacional, con Washington, Londres o Berlín a la cabeza, acusan al régimen iraní de ocultar, bajo su programa atómico civil, otro de naturaleza clandestina y aplicación bélica cuyo objetivo sería la adquisición de un arsenal nuclear. La acusación es rechazada por Teherán.

El pulso se ha agravado en los últimos seis meses, después de que Irán pusiera trabas a una oferta de intercambio de combustible nuclear para su reactor civil y comenzara a enriquecer uranio al 20 por ciento por su propios medios. Ayer, horas antes de la prevista llegada de Lula, el régimen de Teherán hizo unas conciliadoras declaraciones respecto a la oferta de intercambio.

El Gobierno iraní anunció que acepta provisionalmente las condiciones que Lula le va a presentar. «Creo que las condiciones de las negociaciones son las apropiadas para llegar a un acuerdo en firme sobre el intercambio de combustible», declaró el portavoz del Ministerio de Exteriores iraní, Ramin Mehmanparast, quien lamentó la ausencia de Erdogan pero indicó que «en esta era de las comunicaciones, hay otras formas de mantenerse en contacto» con él.

El presidente ruso, Dimitri Medvedev, concedió el viernes a su homólogo brasileño un 30 por ciento de probabilidades de éxito, «siendo optimistas». «¿Quieren que estime las posibilidades del presidente Lula? Muy bien. Como mi amigo, el presidente brasileño, es optimista, yo también lo voy a ser: le doy un 30 por ciento», declaró Medvedev. Lula, no obstante, se mostró enormemente más confiado en su propuesta. «En una escala de uno a 100», explicó, «yo me doy un 99,9».

Como signo de buena voluntad ante la llegada de Lula, la ciudadana francesa Clotilde Reiss ha sido absuelta de los cargos de espionaje que pesaban sobre ella tras su detención durante el violento período postelectoral del verano de 2009, según informó su abogado.

Reiss, que se encontraba en libertad bajo fianza y viviendo en la Embajada francesa en Teherán, estaba acusada de formar parte de un complot internacional para desestabilizar el país tras la victoria del presidente Mahmud Ahmadineyad en las elecciones del pasado 12 de junio.