Madrid / Oviedo

La UE y Centroamérica suscribieron ayer en Madrid un «histórico» acuerdo que constituye el primero alcanzado por los 27 con una región y que, según las estimaciones, supondrá un incremento en torno a los 2.500 millones de euros en los beneficios por exportaciones para cada una de las partes.

El acuerdo, que se había cerrado el lunes tras intensas negociaciones previas a la cumbre bilateral de ayer, fue rubricado por el presidente del Consejo Europeo, Herman van Rompuy; el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, y el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero. Por parte centroamericana estaban los presidentes de Belice, Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras y Panamá. El único ausente fue el de Nicaragua, Daniel Ortega.

El documento consagra la apertura del 100 por ciento del mercado para los productos industriales de ambas partes. Los europeos logran además acceso libre al mercado centroamericano para su industria automovilística durante 10 años, mientras que se reducen los aranceles a las exportaciones centroamericanas de carne de vacuno, arroz y plátano.

La asociación supondrá, según destacó Zapatero, que los 40 millones de habitantes con que cuenta Centroamérica tendrán acceso a un mercado de 500 millones de habitantes y «un régimen comercial del mismo nivel, o mejor incluso, que el que tienen con Estados Unidos». Van Rompuy consideró que el acuerdo ayudará a reducir la pobreza en los países centroamericanos y resaltó que se trata de un documento que «contempla tanto el diálogo político como la cooperación y el comercio» y contribuirá a acercar a los pueblos de ambos lados del Atlántico.

Si la firma de la asociación con Centroamérica se considera el gran éxito de la serie de cumbres entre la UE y países latinoamericanos que desde el lunes se han venido celebrando en Madrid, las negociaciones con los integrantes del Pacto Andino han tenido un desenlace sólo parcialmente satisfactorio ya que sólo ha sido posible firmar un tratado de libre comercio con dos de ellos, Perú y Colombia.

De momento, han quedado fuera Ecuador y Bolivia, pero hay una posibilidad de que ambos se puedan sumar más tarde a un pacto que Zapatero ha asegurado que supondrá una ganancia «recíproca» para la UE y los dos países andinos firmantes aunque, en principio, éstos podrían resultar más beneficiados.

La UE empezó a negociar un acuerdo de asociación con el conjunto de la Comunidad Andina de Naciones, pero discrepancias ideológicas internas en este grupo regional provocaron la ruptura de las conversaciones a finales de 2008. Tanto Bolivia como Ecuador se alinean con Venezuela en el frágil juego de equilibrios latinoamericanos, mientras que Colombia y Perú están enfrentados al régimen de Hugo Chávez.