Oviedo, Luis MUÑIZ / Efe

La jefa de la diplomacia estadounidense, Hillary Clinton, reclamó ayer en Tokio una contundente respuesta internacional al hundimiento de la corbeta surcoreana «Cheonan», del que el jueves Seúl acusó formalmente al régimen comunista norcoreano.

La secretaria de Estado de EE UU no dijo en qué debería consistir esa «fuerte respuesta internacional», aunque poco antes el presidente surcoreano, Lee Myung-bak, había prometido que obrará con «prudencia» pese a la «provocación militar» de Pyongyang.

Lee fue tajante al decir que el hundimiento de la corbeta es una violación del armisticio que puso fin a la guerra de Corea (1950-1953). Por su parte, el vecino del Norte amenazó con congelar las tímidas relaciones bilaterales y advirtió, con su habitual retórica belicista, que la acusación de Seúl ha creado un ambiente que recuerda «al de una guerra».

Clinton dijo, antes de viajar a China, siguiente escala de su gira, que las pruebas contra Pyongyang «son abrumadoras». EE UU y Seúl estudian elevar el nivel de vigilancia sobre Corea del Norte.