La Justicia francesa ha imputado al último jefe de ETA, Mikel Karrera Sarobe, detenido la pasada semana en Bayona, por el doble asesinato de Capbreton (Francia) en diciembre de 2007, en el que murieron los guardias civiles Raúl Centeno y Fernando Trapero, según informaron fuentes judiciales.

Las fuentes consideran pruebas esenciales para esta imputación el ADN de Karrera Sarobe, alias 'Ata', localizado en al menos tres lugares de la escena del crimen, entre ellos dos coches utilizados por los terroristas para huir.

El análisis científico y las pruebas de ADN practicadas a Mikel Carrera han permitido a las autoridades francesas acreditar la presencia de este terrorista en los hechos. Procedieron a practicarle a Carrera Sarobe los pertinentes análisis científicos y de ADN para cotejarlos con la huellas dejadas en el lugar en el que se produjeron los hechos, así como en los coches --un Peugeot 307 y un Renault Clio-- que los terroristas usaron para huir del lugar tras el tiroteo.

La Justicia francesa mantiene abierta una causa por estos hechos en la que tan solo hay hasta el momento dos terroristas imputados. Se trata de Saoia Sánchez y de Asier Bengoa. Ambos fueron detenidos en Francia cuatro días después del doble atentado.

En su momento se especuló con que Garikoitz Aspiazu Rubina, alias 'Txeroki', también estuviese implicado en los hechos tras una confesión ofrecida a dos compañeros del 'comando Hego Haizea' de ETA durante un cursillo de explosivos que les impartió en Francia.

Según declararon Aurken Sola y Xabier Rey en dependencias policiales tras su arresto en Navarra, 'Txeroki' les dijo que él había asesinado a los dos guardias civiles, sin embargo, la Justicia francesa nunca halló pruebas para sostener esta hipótesis.