La ola de suicidios que afecta a los empleados que la compañía taiwanesa Foxconn de componentes electrónicos tiene en la sureña ciudad industrial china de Shenzhen se cobró su víctima número 12 en 2010, informó la agencia oficial de noticias Xinhua.

Un portavoz de la empresa confirmó la muerte del trabajador que saltó desde una ventana del edificio en la zona residencial para los empleados de la fábrica poco antes de la medianoche.

Mientras que los foros de Internet y el público en general afirma no entender por qué se suicidan empleados que podrían cambiarse de trabajo, el Gobierno chino expresó ayer su preocupación por la ola de suicidios, según Xinhua.

El doceavo suicidio se produjo después de que el presidente de Foxconn, Terry Guo, negara una excesiva presión laboral sobre los trabajadores y algunos psicólogos dijeran que el índice no es mayor que en otros colectivos.

Pero, según informó hoy la cadena nacional de televisión CCTV, los trabajadores de la empresa taiwanesa pasan su tiempo libre mayoritariamente en los cibercafés, instalados aún sin licencia en la calle cercana a las instalaciones de la fábrica, donde también están sus dormitorios -práctica común en China-.

"El Gobierno chino ha dado gran importancia a las investigaciones de los incidentes, y ha ayudado a la compañía a tomar medidas eficaces para evitar que la situación empeore", dijo ayer a la prensa el portavoz de la estatal Oficina de Asuntos de Taiwán, Yang Yi.

Foxconn es una rama del conglomerado industrial taiwanés Hoi Han, especializada en la fabricación de componentes electrónicos, y provee a gran parte de las multinacionales tecnológicas, incluyendo Sony, Nokia, Dell, Nintendo o Apple (para la que fabrica el iPhone, el iPad y el iPod, entre otros aparatos).

Unos 800.000 empleados trabajan para Foxconn en China, de los que 400.000 se encuentran en Shenzhen, donde se han producido los 12 suicidios.