Washington / Oviedo

La secretaria de Estado norteamericana, Hillary Clinton, expresó el malestar de la Administración de Barack Obama con el apoyo de Brasil al programa nuclear iraní. «Le hemos dicho al presidente Lula que hacer que Irán gane tiempo hace que el mundo sea más peligroso», dijo la jefa de la diplomacia de EE UU, quien advirtió de que «los iraníes están utilizando a los brasileños para ganar tiempo».

Lula da Silva respondió que quienes tienen la bomba atómica no pueden negarles ese derecho a los demás. «La energía nuclear debe ser un instrumento para el desarrollo, no una amenaza», añadió el presidente brasileño, quien criticó la rigidez de Estados Unidos en el marco de un deslucido y devaluado Foro de la Alianza de Civilizaciones, al que no acudió José Luis Rodríguez Zapatero.

Por su parte, el consejero de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, el general James Jones, criticó ayer que el documento que alcanzó la ONU sobre no proliferación de armas nucleares no incluyera a Irán y mencionara específicamente a Israel, informa la agencia «Efe».

A pesar de que Estados Unidos suscribió el acuerdo final que fue adoptado por consenso por los 189 signatarios del tratado, «tenemos serias reservas sobre uno de los aspectos que contiene la resolución sobre Oriente Medio», dijo Jones, quien advirtió de que la Casa Blanca «no permitirá que una conferencia o acciones puedan poner en peligro la seguridad nacional de Israel». «No vamos a aceptar cualquier enfoque que singularice a Israel que establezca expectativas poco realistas», afirmó.

En este sentido, lamentó la decisión de señalar sólo a Israel en la sección de Medio Oriente del documento del Tratado de No Proliferación y consideró «deplorable» que la resolución no mencionara a Irán «que representa la mayor amenaza de la proliferación nuclear en la región y para la integridad del TNP».

La conferencia de revisión del TNP concluyó con un acuerdo que impulsa el desarme nuclear tras años de estancamiento e intensifica el escrutinio sobre el supuesto arsenal nuclear de Israel, que nunca ha confirmado ni desmentido que lo tenga.

En su apartado más polémico y a petición de los países árabes, insta a Israel a sumarse al TNP y convoca una conferencia para 2012 con vistas a crear una zona libre de armas nucleares en Oriente Medio. La mención de Israel en el documento es vista como una victoria de los países árabes, que lograron vencer la oposición de Estados Unidos a que se señale en particular a su principal aliado en la región.

El Gobierno israelí expresó su rechazo al acuerdo en el que se convoca una conferencia en 2012 para discutir la prohibición de armas de destrucción masiva en Oriente Próximo. «Como no firmante del TNP, Israel no está obligado por las decisiones de esta Conferencia», explica el comunicado israelí, según recoge el diario «Haaretz».