Roma / Oviedo

El Gobierno italiano de Silvio Berlusconi deberá hacer frente hoy a su primer test de estabilidad tras quedarse la pasada semana en minoría por la escisión de 34 diputados seguidores del posfascista Gianfranco Fini, expulsado del partido tras un duro choque con el presidente del Consejo. El Ejecutivo tiene que superar una moción de censura contra el subsecretario de Justicia, Giacomo Caliendo, la última gran votación antes de las vacaciones. Se espera que la gane con mayoría simple.

Berlusconi dijo el pasado lunes que no dudará en convocar elecciones anticipadas en cuanto se produzca la primera señal de que su capacidad para gobernar se ha debilitado por la ruptura con Fini.