Oviedo / Pekín / Seúl,

L. MUÑIZ / Agencias

China se puso ayer a trabajar para tratar de rebajar la tensión entre las dos Coreas demandando de las partes una actitud «responsable». Pero, paralelamente, advirtió a EE UU de que no permitirá que las maniobras conjuntas con Corea del Sur que deben empezar mañana se lleven a cabo en su «zona económica exclusiva», en referencia a las aguas del Mar Amarillo que están bajo su jurisdicción y en las que, al menos parcialmente, está previsto que se desarrollen los ejercicios navales.

Sin embargo, mientras tanto, su protegido, el régimen estalinista de Corea del Norte, elevaba de nuevo la tensión en la península, tres días después de atacar la isla surcoreana de Yeonpyeong y matar a dos soldados y dos civiles.

Ayer, como el martes, los habitantes de la isla corrieron de nuevo a refugiarse en los búnkeres tras escuchar varios disparos de artillería procedentes de territorio norcoreano. Según informó después la agencia surcoreana «Yonhap», sólo se trató de unas maniobras rutinarias, pero el sonido de la explosiones y las nuevas andanadas verbales de Pyongyang sirvieron para recordar que la crisis está lejos de concluir.

Corea del Norte aseguró que está preparada para «aniquilar» a su vecino y enemigo del Sur si viola su soberanía. «Mostraremos una actitud firme y despiadada», amenazó el régimen de Kim Jong-il, que acusa a Seúl y a Washington de acercar la península «al estallido de una guerra».

Así las cosas, el ministro chino de Exteriores, Yang Jiechi, reclamó «responsabilidad» a los contendientes para rebajar la tensión y, por su parte, se puso a trabajar. Yang se reunió con el embajador norcoreano en Pekín, Ji Jae Ryong, y habló por teléfono con los ministros de Exteriores de Corea del Sur, Kim Sung Hwan, y EE UU, Hillary Clinton.

Además, el ministro chino dijo que su país está «profundamente preocupado» por lo que denominó los últimos acontecimientos.

Pero Seúl hizo oídos sordos a las bravatas norcoreanas y mantuvo el refuerzo militar, decretado el jueves, de sus islas en el Mar Amarillo y las maniobras con su aliado norteamericano. Además, el presidente surcoreano, Lee Myung-bak, eligió nuevo ministro de Defensa al ex jefe de la Junta de Jefes del Estado Mayor, el general Kim Kwan-jin, que sustituye a Kim Tae-young.