Marruecos y el Frente Polisario comparecieron hoy ante el Parlamento Europeo (PE) y mantuvieron sus visiones discordantes sobre el desmantelamiento del campo de El Aaiún en el Sahara Occidental.

Mientras que Marruecos defiende que el desmantelamiento del campo de Gdeim Izik a principios de mes se llevó a cabo de forma "pacífica" y "sin ningún muerto civil", los saharauis hablan de "masacre" y de cuatro fallecidos entre la población.

El ministro de Asuntos Exteriores y Cooperación de Marruecos, Taib Fassi-Fihri, y el ministro de Relaciones Exteriores de la República Saharaui, Mohamed Salem Ould-Salek, comparecieron en dos sesiones consecutivas ante los eurodiputados seis días después de que la Eurocámara emitiera una resolución para exigir una investigación de los hechos.

En sus preguntas a los comparecientes, la mayoría de eurodiputados se mostraron críticos con Marruecos, que "no ve la necesidad" de que la ONU investigue lo sucedido durante el desmantelamiento del campo de refugiados de Gdeim Izik, según afirmó el propio representante de Rabat.

Fassi-Fihri rechazó la petición de que la ONU fiscalice lo ocurrido como pidió el PE mientras, el representante del Frente Polisario alabó la resolución y ha señalado que la Eurocámara "demuestra que sigue siendo la conciencia democrática de la UE".

"La resolución del PE fue injusta y precipitada", apuntó Fassi-Fihri, quien dijo que "no es necesaria una investigación porque ya están sobre el terreno organizaciones independientes como Human Right Watch y Amnistía Internacional".

"¿Por qué tienen miedo a que investiguen lo que pasa o a que entren periodistas si no has cometido actos inhumanos?", preguntó de manera retórica el representante de exteriores del Frente Polisario a la prensa.

Uno de los puntos que evidencian las diferentes informaciones que ambos representantes han traído hoy al PE son las cifras sobre muertos en las protestas por el desmantelamiento.

Marruecos sostiene que las únicas bajas son del bando de las fuerzas de seguridad marroquíes y que ningún paisano civil murió en los incidentes. Salem Ould-Salek, por su parte, explicó a la prensa que son cuatro los fallecidos civiles (uno de ellos de nacionalidad española, Baby Hamday Buyema).

El pasado 25 de noviembre, en un hecho poco frecuente en los casos de política internacional, todas las fuerzas de la Eurocámara se unieron para expresar una "firme condena" de la violencia registrada durante el desmantelamiento del campamento saharaui de Gdaim Izik por parte de las autoridades marroquíes.