La orden de captura del fundador de Wikileaks, Julian Assange, para ser interrogado en Suecia por supuestos delitos sexuales puede ser «una maniobra política». Su abogado, Mark Stephens, declaró a la BBC que «sin duda» luchará contra la posible deportación de su cliente al país escandinavo por temor a que sea extraditado a EE UU, donde algunos políticos han llegado a pedir la ejecución.

Las autoridades suecas enviaron a la Policía británica una nueva orden de captura contra el fundador de WikiLeaks, complementaria a una primera, que incluía matizaciones necesarias de acuerdo con la justicia de este país para poder proceder a la detención de Assange.

Stephens dijo a la BBC que la fiscalía sueca sabe dónde se encuentra su cliente y les instó a llamarle para hablar del caso. Preguntado si Assange temía por su vida, su representante legal consideró «interesante que gente que se encuentra en un lugar tan elevado en el árbol americano, como es Sarah Palin, haya pedido a las fuerzas americanas que le busquen como si fuera un talibán y que le asesinen».

En una charla con el diario español que tiene las filtraciones del caso, Assange dijo que «tenemos cientos de amenazas de muerte específicas de soldados de Estados Unidos. La situación ha cambiado recientemente al extenderse las amenazas a nuestros abogados y a mis hijos. Son los llamamientos específicos a nuestro asesinato, secuestro y ejecución por parte de las élites de la sociedad estadounidense, lo que resulta más preocupante».

Los documentos de Wikileaks djan claro por otra parte que Arabia sigue siendo el principal patrocinador del terrorismo internacional. Estados Unidos no ha sido capaz de convencer a sus aliados en Oriente Medio y el Golfo de la necesidad de cortar la financiación de Al Qaeda, según «The New York Times».

«Nueve años después de que EE UU juró que impediría los flujos de dinero que financian el terrorismo, los funcionarios del Gobierno Obama dicen que creen que muchos millones de dólares siguen llegando, sin impedimentos, a grupos extremistas en todo el mundo», señala el artículo.

«Los donantes en Arabia son la fuente central de financiación de los grupos terroristas suníes en todo el mundo», asegura un cable diplomático enviado hace un año por la Secretaría de Estado americana a sus embajadas en Riad, Abu Dhabi, Kuwait, Islamabad y Doha. EE UU les pide que recaben la cooperación de esos gobiernos para acabar con la recaudación de Al Qaeda.

Por último, el Gobierno español aseguró que la ex vicepresidenta María Teresa Fernández de la Vega y el ex ministro Miguel Ángel Moratinos están «profundamente ofendidos» por la información en relación con los cables enviados a EE UU por la embajada, según la cual ambos habrían trabajado para que se cerraran procesos judiciales que afectan a ese país.