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Oviedo, Agencias / L. M. S.

El Congreso norteamericano empezó a debatir el jueves la reforma de la ley de Espionaje para poder inculpar al fundador de Wikileaks, Julian Assange, por la mayor filtración de documentos secretos y confidenciales de la historia. Assange, que ese mismo día quedó en libertad bajo fianza en el Reino Unido, denunció ayer que está en curso una «investigación ilegal» en su contra y confesó que lo que más le preocupa es ser extraditado a EE UU.

Y esa posibilidad, según declaró en el condado de Suffolk (sureste de Inglaterra), le parece cada vez «más seria y probable». El ideólogo del portal de filtraciones dio ayer una rueda de prensa en el exterior de la casa de campo del periodista Vaughan Smith, donde ha fijado su residencia hasta que se celebre la próxima vista del proceso para su extradición a Suecia, que lo reclama por presuntos delitos sexuales.

Pero Assange replicó que sigue sin haber «ni una sola prueba» de esos delitos y sí, en cambio, varias instituciones «ocupadas en lo que parece ser una investigación secreta y, aparentemente, ilegal».

«Es algo que podemos ver en la manera en la que determinadas personas que supuestamente colaboran con nosotros fueron retenidas en la aduana de EE UU y vieron sus ordenadores confiscados», dijo. «Diría que existe una investigación agresiva, que alguna gente ha perdido mucha credibilidad y que algunas personas quieren hacer carrera con casos famosos», añadió el fundador de Wikileaks, de 39 años.

Además, denunció que la mayor parte de los ataques contra su portal no ha sido de gobiernos, sino de bancos en Dubai, Suiza, el Reino Unido y Estados Unidos, todo lo cual, explicó, ha frenado las investigaciones de Wikileaks. «Más del 85 por ciento de nuestros recursos económicos se invierte en hacer frente a ataques, técnicos y políticos, y para hacer frente a ataques legales, sin poder hacer nuestro periodismo», protestó.

Sobre Bradley Manning, el ex analista del Ejército norteamericano sospechoso de filtrar los cables diplomáticos y detenido desde mayo, Assange reconoció que está en una situación difícil, pero recalcó que la política de Wikileaks es no saber de dónde proceden los documentos que recibe.

El fundador de Wikileaks espera que en las próximas horas se filtre nueva información en relación con los cargos que Suecia le imputa y reiteró que este proceso es, para Estados Unidos, una manera de ganar tiempo mientras prepara un proceso de espionaje en su contra».

El fiscal general, Eric Holder, no ha aclarado en qué consiste la investigación penal contra Wikileaks que anunció el pasado 29 de noviembre, pero, mientras, los congresistas norteamericanos han empezado a estudiar la posibilidad de revisar la ley de Espionaje, que data de 1917 y, para los republicanos, está obsoleta. «Los legisladores de entonces no podrían haber previsto que, casi cien años después, la información sensible del Gobierno pudiera ser transmitida a una audiencia global instantáneamente», dijo Louie Gohmert.